(de ANALISIS DIGITAL)

El Dios Momo aparte que tiene el Carnaval del país sigue beneficiando en un escaso porcentaje a la organización. Anoche, solamente llegaron cerca de 12 mil personas al Corsódromo de Gualeguaychú, en su sexta noche. O sea, unos 20 mil espectadores menos que en el 2013. “De nuevo había importantes reservas de diferentes sectores, en especial de gente de Capital Federal y Gran Buenos Aires, pero a primera hora de la tarde levantaron todo lo que habían pedido, en función de la intensa lluvia que caía”, indicó uno de los trabajadores del carnaval. En Gualeguaychú no cayó una gota en todo el sábado y recién comenzó a llover a eso de las 3.30 de la madrugada del domingo. Pero en Capital y Buenos Aires se desató una fuerte tormenta a primera hora de la tarde. “Y si el porteño ve que llueve, considera que pasa lo mismo en cualquier lado y por ende no se mueve”, se acotó.

Obviamente, el bajo número de espectadores sigue erosionando la estructura del carnaval. Las comparsas, cada una, hicieron un promedio de inversión que va de los 3,5 millones de pesos a los casi 6 y dependen de las utilidades de la edición 2014 para, por lo menos, recuperar ese dinero aportado al andamiaje de las comparsas Kamarr, Papelitos y O Bahía. Hasta ahora, los números no están cerrando y quedan solamente cuatro noches para tratar de recuperar lo perdido. Se entiende que en el fin de semana de carnaval (entre el 1 y el 4 de marzo) Gualeguaychú explotará, pero nadie puede asegurar que esa situación alcance.

Mientras tanto, suena algo preocupante el escaso apoyo oficial de parte del gobierno entrerriano a esta edición 2014, más allá de algunas cuestiones específicas, como el acuerdo con el Instituto del Seguro, para que haya una póliza de canje publicitario, destinada a los espectadores. Lo cierto es que, pese a la magnitud y a la importancia de un espectáculo como el Carnaval del país, anoche por primera vez llegó un ministro del gabinete de Sergio Urribarri a esta fiesta. Se trata de José Eduardo Lauritto, ministro de Educación, que hace mucho tiempo cumple con un rito: llegar con sus viejos amigos y ubicarse lejos del sector oficial que se destina a los invitados especiales. Incluso, no pocos indican su simpatía por la comparsa O Bahía, del Club de Pescadores, que es una de las atracciones de esta edición. No obstante, si bien casi siempre pudo observarse al intendente Juan José Bahillo, sorprendió la ausencia total en todas las noches del senador nacional Pedro Guillermo Guastavino (PJ-Gualeguaychú), quien incluso se conoce de su fanatismo por la fiesta carnavalera y miembros de su familia fueron siempre activos protagonistas de diferentes ediciones.

Para algunos de los organizadores, la no inserción de hombres del gobierno en la comisión organizadora del carnaval -tal como se pretendía desde el oficialismo, lo que es una constante en diferentes fiestas de la provincia- habría motivado cierta distancia y por ello tanta ausencia en esta edición.

Mientras tanto, la sexta noche carnavalera reafirmó el buen nivel competitivo de las comparsas, lo que se vio reconocido no solamente por los integrantes del jurado, sino también por los visitantes extranjeros presentes en el amplio complejo. O Bahía arrancó la grilla, con su buen espectáculo donde los integrantes van dando vida a los diferentes juguetes y tuvo como plus la presencia, en la carroza de la banda, de la bella Alejandra Maglietti, que arrancó aplausos en cada rincón y no dudó un instante en mostrarse cercana al público. Los pescadores se van afianzando noche a noche y, como siempre sucede, el salir de arranque es un hándicap importante. Provocaron una inmediata reacción del público y se mostraron –pese a lo pesado del clima- muy motivados en el tránsito por el Corsódromo.

De inmediato fue el turno de Kamarr, que volvió a brillar y demostrar que no fue casualidad el título logrado el año pasado. La pregunta que muchos se hacen es qué sucederá con la comparsa del Sirio Libanés si vuelve a ganar el campeonato, teniéndose en cuenta el apoyo de integrantes de otras comparsas que tiene en esta edición. Quizás suene apresurado, pero está claro que Kamarr tiene serias chances de lograr nuevamente el título, más allá del alto nivel competitivo que existe con O Bahía (tal vez lo mejor de los pescadores de los últimos cinco años) o la comparsa de Juventud Unida, cuyas carrozas tienen un nivel pocas veces visto..

Finalmente fue el turno de Papelitos, con su tema Latidos, a quienes en principio les costó lograr la adhesión de la gente (en especial por el clima denso que se vivía a eso de la 1.30 de la madrugada de este domingo), pero poco a poco lo fueron consiguiendo. Nuevamente, la batucada que lidera Martín Piaggio fue lo más ovacionado de la comparsa.

El Carnaval del país ingresa en sus últimas cuatro noches. Son un desafío, en función de lo que ocurrirá el año próximo. Como para que la magia no se acabe y para que las garras de quienes pretenden controlar todo no puedan con su cometido.