El Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper) le cubrió la cirugía y los costosos medicamentos que debió tomar hasta su recuperación.

Ifran, oriundo de Gualeguay y afiliado al IOSPER vivió una pesadilla cuando los médicos le diagnosticaron mielodisplasia compleja, un trastorno caracterizado por una o más citopenias de la sangre periférica, secundarias a la disfunción de la médula ósea. “El médico que me atendió fue claro y me dijo que debía realizar un trasplante de médula ósea para salvar mi vida”.

El hombre explicó: “comencé a buscar un familiar que fuera compatible conmigo para que donara médula, pero no fue posible, por lo que me incorporé en lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai)”, organismo que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en nuestro país”.

El Incucai, que actúa en las provincias argentinas junto a 24 organismos jurisdiccionales de ablación e implante para brindar a la población un acceso trasparente y equitativo al trasplante, tiene registros de donantes, entre ellos el Argentino que forma parte de la Red Mundial Bone Marrow Donors Worldwide. “Como no tuve familiar compatible, tuve que recurrir a un donante no emparentado, a través de esa organización”.

Así apareció una chica en Polonia que era compatible casi el 100 por ciento con Ifran. “Se le consultó si estaba dispuesta donar, dijo que sí, y el médico que me atendía me dijo que debía concurrir a alguno de los hospitales donde realizan trasplantes en el país, uno de ellos el Austral, en Buenos Aires, y el otro, el Hospital Privado de Córdoba. Opté por este último porque tenía muy buenas referencias, y el 12 de marzo de 2014 me intervinieron y me salvaron la vida”.

El gualeyo se mostró muy satisfecho por la atención que recibió en el Hospital Privado de Córdoba y relató que estuvo allí internado 32 días: “me atendieron muy bien, cuando transpiraba mucho me cambiaban hasta dos veces al día las sábanas, la comida era muy buena y la atención de los profesionales, excelente. Luego estuve enfrente del hospital durante 20 días, en un hotel, porque tenía que concurrir al nosocomio una vez al día para las curaciones. La verdad es que no tengo palabras para agradecer al equipo interdisciplinario que se abocó a salvarme la vida”.

También destacó que Iosper le cubrió la totalidad de los gastos que requirió la compleja intervención, además de la costosa medicación que debió tomar hasta hace un par de meses atrás. “Uno se siente agradecido, porque sabe que aporta todos los meses, pero que cuando necesita, la obra social está”.

Para ser donante

Para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. Hay que dirigirse al Centro de Donantes más cercano y donar una unidad de sangre. Estos Centros funcionan en los Servicios de Hemoterapia de diversos hospitales en todo el país. Un técnico informará a los donantes sobre el tema para completar su ficha de inscripción.

Con el consentimiento informado del donante se toma una pequeña muestra de la unidad de sangre donada para realizar el análisis de su código genético (HLA). Los datos de HLA se ingresan a la base informatizada del registro.

Las CPH sólo se donan si hay alguien que lo necesite y que sea un 100 por ciento compatible con el código genético del donante.