La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) lanzó un operativo de control sobre puertos, campos y silos para detectar eventuales maniobras de evasión impositiva en el negocio de producción y venta de soja, que este año generará alrededor de 10.000 millones de dólares. “Esta vez no actuamos sobre los exportadores, sino sobre quienes lo proveen del grano: productores y acopiadores, una parte de la cadena donde hay muchas operaciones en negro, que luego se usan para generar créditos fiscales inexistentes”, señaló Horacio Castagnola, titular de la DGI, organismo que depende de la AFIP.
El funcionario dijo en declaraciones a un diario porteño: “Ya descubrimos algunos casos insólitos, como la factura de un centro de acopio de granos cuya dirección coincidía con una villa miseria de Río Cuarto, en Córdoba”. Castagnola advirtió que “en algunos lugares de las rutas operan 'valijeros' que compran producciones en negro y luego las introducen al circuito blanco con facturas apócrifas. Así generan un crédito que luego obliga a la AFIP a devolverles un impuesto que nunca se pagó”.
Hace dos años, la AFIP calculó en 450 millones de pesos la evasión en el sector agropecuario, y para reducirla, bajó a la mitad la alícuota del IVA para el sector y creó un régimen especial de retenciones a los productores, a quienes se los obligó a anotarse en un registro.