Lejos de detenerse, el río Paraná continúa en su avance incontenible sobre la costa paranaense. En las últimas 24 horas creció 13 centímetros y su altura frente al Puerto era de 5,31 metros, ya 31 centímetros superior al nivel previsto de evacuación. Si bien no hubo nuevos evacuados, creció el número de casos de autoevacuados. Ayer se registraron en la zona lindante al balneario Thompson, mientras que en Bajada Grande las familias se reubican en sectores más altos de sus propias viviendas. Así, también es mayor por estos días la asistencia alimentaria y sanitaria a familias de la ribera o que habitan a la vera de los arroyos urbanos.
“El panorama es crítico y no alentador, pero creemos que con las medidas que estamos tomando y las acciones permanentes vamos a poder afrontar esta situación”, apuntó el jefe de Gabinete de la Municipalidad Jorge González, en diálogo con Uno.
El funcionario remarcó la concreción de los patrullajes terrestres o por agua, con la intención de asistir a alrededor de 50 familias ubicadas en la zona de La Toma, el camino costero, los anegadizos de Anacleto Medina y Bajada Grande.
De acuerdo con el último informe elaborado por Prefectura Naval, el pico de la crecida podría llegar el 16, con una altura del río de 5,55 metros. Ello, si no persisten las precipitaciones en los tramos superiores de la cuenca del Paraná.
Hasta ahora se mantienen 37 evacuados en los cuarteles del Ejército. “Prevemos la posibilidad de que las aguas sigan avanzando y habrá más casos de evacuados. Por eso estamos preparando el segundo centro de evacuación en el Club Bajada Grande”, apuntó el funcionario municipal.
Mencionó también que hay familias que se resisten a dejar sus hogares pese a que tienen el agua en las puertas de sus viviendas. Hasta ellas se llega con la ayuda sanitaria y alimentaria con el Comité de Crisis. “Estamos viviendo una situación extraordinaria, acentuada por la lluvia, pero pudimos prevenirla con anticipación”, remarcó.