"La ley de Biocombustibles establece cupos obligatorios a través de un mercado cerrado, constituido por un pequeño grupo de empresas subsidiadas por los consumidores, que pagan mayores precios en los combustibles, y por el Estado nacional a través de exenciones impositivas”, apuntaron desde la petrolera estatal a El Cronista.
“Como muestra de la falta de competitividad del sector basta señalar que, según un informe del Ministerio de Agroindustria del mes de septiembre, el precio del etanol base caña en la Argentina fue aproximadamente un 90 por ciento superior respecto de Brasil y un 53 por ciento superior cuando se toma base maíz. El etanol en Argentina es marcadamente más caro que su equivalente en naftas y significativamente superior a los precios del etanol a nivel internacional. Cualquier aumento en el precio de biocombustibles supone un mayor precio para los consumidores argentinos", agregaron.
La nueva suba
A principios de este mes, el Ministerio de Energía modificó la fórmula para calcular los precios de los biocombustibles, de manera que bajaron un 29 por ciento (15 por ciento desde este mes). Luego de esta medida, YPF decidió una baja de 1,5 por ciento en las naftas súper y premium, una semana y media después de haberla incrementando un 10 por ciento tras las elecciones.
Ahora esa fórmula fue nuevamente modificada y de ahí el próximo incremento. Con el crudo en alza y un dólar estable, se espera que el nuevo aumento sea de entre un 6 y un 10 por ciento.
"YPF, como empresa líder del sector, va a continuar trabajando por un mercado de combustibles transparente y con competencia de todos los actores. El consumidor debe beneficiarse de esta apertura y esta competencia. El objetivo final es que los clientes reciban productos finales de alta calidad y a precios regionalmente competitivos", afirmaron en la compañía.