“Estuvimos charlando, poniéndonos al día; ellos (la empresa) tienen un permiso de uso que estaba entregado por la gestión anterior en el año 2009. Tienen gestiones hechas en las áreas correspondientes de la municipalidad, que en su momento no le han dado curso ni le han ido siquiera a hacer las verificaciones”, contó Centurión.
Por eso, “la intención de la empresa es ir ordenando lo que haya que hacer a nivel ambiental, del polvillo, del ruido y del olor”, añadió.
También estuvo con gente del lugar: “Fuimos a ver una de las vecinas que su terreno está prácticamente metido en la fábrica”, relató el funcionario.
“Lo más complicado es el tema del polvillo porque cuando hay viento sobre todo le molesta más a esta señora que tiene el terreno prácticamente insertado ahí”, comentó.
Mientras tanto, para palear los males ocasionados “ellos inclusive desde lo privado tenían asesores en temas ambientales y tenían un estudio”, señaló.
“En conclusión tenemos que verificar los papeles que hay en las áreas del municipio respecto a esto. Acordamos en 10 días, previo de hacernos de los antecedentes que hay, juntarnos para ir trabajando con temas más puntuales y concretos”, anticipó el secretario.
Por último, a nivel comercial, especificó que la aceitera tiene un “permiso de uso que se lo dieron por seis años y tendrían que ir haciendo el traslado, o sea, en 2014 ó 2015”.
“El permiso de uso es lo primero. Significa que ahí pueden hacer la fábrica, que en realidad ya estaba porque hace dos años la compraron de una planta que tiene mas de 50 años. A partir de este permiso empiezan los otros trámites. La habilitación comercial requiere de cuestiones eléctricas, edilicias y ambientales”, concluyó en declaraciones a APF.