Susana es enfermera en Paraná y sabía que el tenor de los golpes que recibía Patricia en el último tiempo, magullaban su piel. Este jueves, mientras realizaba los trámites para adquirir un ataúd y retirar el cuerpo de la morgue judicial, relató detalles de los hechos.

“Hoy puedo confirmar que ella me llamaba permanentemente pidiendo auxilio a través de mensajes telefónicos, mensajes que guardo en mi teléfono celular y muchas veces la vi con sus hematomas en distintas partes del cuerpo. Un día me cansé y le dije a Patricia que fuéramos inmediatamente a denunciar a este señor”, afirmó en declaraciones a El Diario. “Recuerdo que fue el 21 de noviembre de este año que quedó radicada la denuncia en la Comisaría de Viale, cuando ella recibió una amenaza de muerte por parte de este sujeto al que se lo conoce en Viale como Freddy Rojas”, apuntó sobre el principal sospechoso.

Tras los resultados de la autopsia, la jueza de Instrucción Eliza Zilli ordenó la captura del concubino, y se esperaba que sea indagado.

Historia

“Él tiene unos 46 años, más o menos la misma edad que tenía ella. Mi hermana era mamá de un nene de seis años y una nena de 14 años, pero de una pareja anterior. Con Rojas había empezado la relación en enero o febrero de 2011 y no lo alcanzó a terminar, justo dos días antes llegó este desenlace. Por lo que pude conocer tratando de ayudarla, y por lo que me llegó a contar, este hecho podría tener que ver con celos de él hacia ella. Por supuesto que esto recién se empieza a investigar, y la Justicia ordenó la detención de Rojas y que lo alojen en la Alcaidía de Tribunales. Todo hace presumir que fue él”, analizó.

Pericias

“Estuve en contacto con los médicos que hicieron la autopsia. Me pidieron que no haga público algunos detalles, pero no hay dudas de que estaba muy golpeada. Tenía heridas internas graves producidas por los azotes”, reveló la mujer.

Ante la pregunta del porqué Patricia no se alejó de Rojas ante esta situación, su hermana señaló: “Trato de entender la situación y conociendo como estaba psíquicamente Patricia en los últimos tiempos, podría decir que no estaba en capacidad de tomar decisiones claras. Además, ella había empezado a refugiarse en el alcohol y este señor, cuando veía que ella trataba de salir adelante y empezar a buscar algo de lucidez, caía a la casa con una cajita de vino y la entusiasmaba”.

Sobre la situación el posible amparo institucional que debió haber requerido la situación de Patricia, Susana Montórfano sostuvo que “era una mujer que necesitaba ayuda”. Asimismo, apuntó que “en la Comisaría de Viale estaban en conocimiento de que había violencia en esa pareja, pero le dijeron que cada vez que lo necesite, vaya a la comisaría y lo denuncie. Le llegaron a sugerir que no se acerque ella a la casa de él y viceversa. Patricia tenía su casa en el mismo barrio, pero era una mujer que por lo que estaba padeciendo no tenía un normal uso de razón”.

De todos modos, aclaró que tuvo asistencia de profesionales en Viale por su problema de adicción al alcohol y que incluso se le extendió una orden para ser internada. “Yo no quise llevarla compulsivamente, y como todo enfermo con estas características, es muy difícil a veces que accedan en forma voluntaria”, lamentó.

Finalmente, Susana mostró su teléfono celular, donde entre varios mensajes y fotos de su hermana Patricia se detuvo en uno del 22 de diciembre. “Me dice en el mensaje que no tenía con quien pasar las fiestas y que no se animaba a salir porque de la golpiza que le había dado Rojas, estaba con hematomas en la cara y le daba vergüenza. La alenté a arreglarse y a que viaje. Esas fotos de mi hermana golpeada, con fecha y hora están archivadas. La había molido a golpes en la calle, en una esquina de Viale, porque se enteró de la denuncia en su contra”.

Versiones

Susana Montórfano habló sobre algunos detalles que circularon sobre el hecho en cómo se halló el cuerpo de su hermana. “Estuvieron juntos este miércoles a la siesta, pero verdaderamente no sé que pasó, porque ella había logrado dejar de frecuentarlo, tal como me confirmaron los vecinos a los que les extrañó verla otra vez a eso de las 14. No volvieron a verla con vida, porque cuando llegó la Policía ella estaba en el suelo. Era un tipo celoso, violento; a veces en la propia casa de ella la encerraba y no la dejaba salir”.

Estadísticas

De confirmarse que la muerte de Patricia Montórfano ocurrió a manos de su concubino, sería el homicidio por violencia de género número diez en lo que va del año en la provincia.