San Lorenzo barrió 3-0 a un All Boys desinflado y dejó atrás el golpe en la Copa Argentina. Su gente pidió por el campeonato y el equipo contestó con goles: doblete de Correa y otro de Villalba. Quedó a tres de la punta.
Con el golpe de la final perdida en la semana todavía en la espalda, San Lorenzo salió al Nuevo Gasómetro con la idea de cambiar la cara y volver a meterse en la conversación del torneo Inicial. Por eso su gente fue masivamente para bancarlo luego de la derrota en Catamarca, pidió dar la vuelta y el equipo respondió: gran triunfo ante un All Boys que se terminó desinflando con doblete de Angel Correa y otro grito de Héctor Villalba para ponerse otra vez a tres de Newell’s.
El Albo de Falcioni, de mala campaña en los números, no se la hizo nada fácil. Con una presión altísima de entrada le oxidó la movilidad en el mediocampo y hasta contó con alguna chance frente a Torrico, siempre seguro. Pero San Lorenzo empezó a amigarse con la pelota y tuvo una muy clara que Kalinski tiró afuera. Poquito después llegó el primero: toda la jugada vino por la izquierda y terminó en Correa, que entró solito por el otro lado para acomodarla contra un palo.
En el complemento la visita volvió a apretar y entre Colazo y Cámpora perdieron una chance que con soplarla entraba. San Lorenzo fue cocinando a su rival a fuego lento y otra vez Correa fue el que marcó el camino. Esta vez golazo de firma personal, con apilada incluida y otra ajustadísima definición. Incluso hubo tiempo para que Villalba le pusiera la frutilla y transformara una trabajada victoria en goleada.
San Lorenzo se recuperó de la mejor forma tras el golpe más duro del año y ahora todos sus cañones apuntan al torneo, esperando una mano de Central en el clásico rosarino. Se festeja también la contundencia, porque la lesión de Verón pasó desapercibida con los chiquilines de garganta precoz. El envión bajó de las tribunas al equipo y del equipo al dolido Pizzi, que pudo tomarse una mini revancha y llenó los pulmones de aire para la definición del campeonato, cerró Olé.