En la segunda final del año Leonel Pernía, tras perder una clasificación por un tema de tiempo, clasificó sólo dignamente el sábado, pero creció enormemente en la serie, avanzando hasta quedar cuarto y aprovechando el choque de Omar Martínez y Juan Bautista De Benedictis, fue segundo.
En la final, fue para adelante todo el tiempo. En la largada Matías Rossi y Mauro Giallombardo se fueron adelante. Néstor Girolami quedó tercero y Gabriel Ponce de León cuarto. Pernía era quinto con el asedio de Norberto Fontana.
La carrera era monótona, demasiado, pero de pronto, a ocho vueltas del final, empezó a cambiar todo. En una maniobra de la que Ponce de León se quejó al finalizar la carrera, Pernía pasó a ser cuarto, después de un par de vueltas lo pasó a Girolami y ya era tercero. Entonces, al mismo tiempo que Giallombardo pasaba a Matías Rossi, se acercaba a los dos líderes y en una sola vuelta los superó a ambos para quedar adelante.
Giallombardo venía con gases y casi sin visibilidad. Rossi con temperatura de aceite y agua en valores peligrosos. Pernía, no. Tuvo que soportar que su compañero de equipo lo persiguiera pero lo pudo controlar. Así, con la sombra de Rossi tras su Chevrolet, se llevó la victoria en Paraná, tomando una revancha sana, deportiva, pero revancha al fin, respecto a su experiencia anterior en las tierras entrerrianas.
Néstor Girolami fue cuarto y pasó a la punta del campeonato. Gabriel Ponce de León fue quinto, delante de Diego Aventín y Guillermo Ortelli. Lionel Ugalde padeció con un auto que no pudo poner a punto en todo el fin de semana y no pudo cosechar demasiado.