Joaquín Pereyra apareció en el radar de Miguel Ángel Russo y lo quiere para su nuevo Boca.
Miguel Ángel Russo tiene en la mira un futbolista paranaense de Rosario Central para incorporar a Boca, de quien su hijo, Nacho, jugador de la Reserva del Canalla, le dio excelentes referencias. Su nombre es Joaquín Nicolás Pereyra, tiene 21 años, nació el 1º de diciembre de 1998 en Paraná, se desempeña como volante ofensivo, dicen que es una de las joyas surgidas de la cantera de la Academia rosarina y estuvo cerca de pasar a Europa.
El mediocampista dio sus primeros pasos en el Club Don Bosco de la capital entrerriana, y con apenas 10 años, pegó el salto la filial del Corinthians en Santa Fe, cuyos cazatalentos lo tenían visto de un torneo de fútbol infantil en el Club Sportivo Urquiza en el que había sido figura. El el Timao santafesino, fundado a mediados del 2005 por los ex futbolistas Roberto Trotta, Ariel Garcé, Horacio Ameli, Gabriel Amato y Martín Mazzoni, el paranaense jugó cuatro temporadas en altísimo nivel y hasta tuvo la oportunidad de entrenarse 15 días en San Pablo con el Corinthians original.
Pereyra continuó jugando en la Liga Santafesina hasta que en 2015 llegó a Central. Vivió en la pensión del club y en 2016 debutó como profesional de la mano de Eduardo Coudet, quien lo tiró a la cancha en los últimos minutos de una goleada 3 a 0 ante Colón en el Cementerio de los Elefantes. Disputó otros ocho partidos con el Chacho y se afianzó con Paolo Montero. Luego alternó con Edgardo Bauza y volvió a ganarse un lugar con Diego Cocca.
Campeón con el Patón de la Copa Argentina 2018, en Rosario Central ya están al tanto del posible interés de Boca e incluso ven con buenos ojos una transferencia en caso de que aparezca una buena oferta. En la institución rosarina, Joaquín lleva 60 partidos y dos goles: uno a Huracán en el Ducó y otro a Libertad de Paraguay en el Gigante de Arroyito por la Copa Libertadores? del año pasado.
Por otra parte, sus buenas actuaciones tampoco pasaron inadvertidas para los scoutings de clubes europeos como el Parma y el Udinese, que lo siguen de cerca.
Además, hace pocos meses estuvo a punto de ser transferido al Sporting Lisboa. Los portugueses iban a invertir 200 mil euros (de esa cifra se descontaban 130 mil de una deuda de Central por Teo Gutiérrez) por el préstamo por un año y además contaban con la posibilidad de comprar el 50% de su ficha en 1.500.000 euros en 2021, y luego otro 30%, por dos millones de euros, atado a objetivos deportivos. En total, casi cuatro millones de esa moneda extranjera. Finalmente, el pase se cayó y Pereyra siguió en Central, aunque en Arroyito son conscientes de que será difícil retenerlo.
Boca, por lo pronto, ya lo habría incluido en una lista de posibles refuerzos de cara a la temporada que viene. A Russo le gustan los jugadores de buen pie y podría apuntar sus cañones al juvenil del Canalla. La inminente venta de Emanuel Reynoso a la MLS, además, profundizó la necesidad del Xeneize de contratar a un volante de juego que aporte dinámica y frescura en la mitad de la cancha. Pereyra es una opción, y tal vez pueda darse.