Lionel Scaloni y el entrerriano José Néstor Pékerman protagonizaron un momento para el recuerdo en la antesala de la despedida de Maxi Rodríguez en el estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario donde la Fiera defendió la camiseta de su amado Newell's.  En el momento de la llegada del entrenador de la selección argentina, Pekerman se encontraba en una de las cabinas de transmisión y se dio un gran intercambio de elogios entre ambos, que coincidieron como jugador y entrenador en el Mundial Sub 20 de Malasia 1997 y el Mundial de Alemania 2006.

“Cada vez que lo escucho se me vienen grandes recuerdos. Le tengo un aprecio enorme, el cuerpo técnico le tiene un aprecio enorme. Que no lo haya podido ganar (la Copa del Mundo) no significa que no haya dejado un legado y que nos haya dejado grandes cosas”, inició Scaloni.

“Parte de ellos es también haber conseguido esto porque hemos tenido un montón de cosas de ellos adentro en el último Mundial. Le mando un abrazo y espero verlo ahora dentro de un ratito, si jugaré será mi entrenador como en las viejas épocas”.

La respuesta del DT entrerriano no se quedó atrás, entrando en detalles sobre la forma en la que Scaloni se destacó dentro de esos recordados planteles colmados de estrellas por su aguda atención a los detalles. “Por supuesto lo escuché ahora también. Ahora en el vestuario vamos a seguir conversando, quería darle un abrazo enorme. No tengo dudas que uno tiene a veces con los jóvenes esa intuición de ver el día a día, ver el vestuario, ver el juego. Muchas veces es difícil en la parte del fútbol las elecciones de los jugadores porque hay muchas variantes para elegir un plantel, un equipo, las titularidades, etc”.

Y siguió: “Yo espero que ellos ahora entiendan lo que uno ha pasado previamente. Toca decirle a alguien a quien quiere mucho muchas cosas: ‘Esto es Selección’, ‘Están los mejores’. Hay que saber aceptar que algunos llegan mejor que otros, que tenemos una estrategia necesaria para algún partido”, agregó.

“Para todo eso Lionel fue un adelantado, en el grupo él se hacía sentir de cualquier manera. En la posición que estuviera él animaba a un equipo y era un ganador y yo creo que hay que tener jugadores ganadores y eso es lo que yo notaba en esa época. Muy inteligente y con un espíritu enorme que se veía que vivía el fútbol. Entendía, siempre preguntaba por qué hacemos esto, por qué esto y porque lo otro y ahí lo tenemos”, analizó Pekerman.

“¡Grande José!”, esbozó emocionado el entrenador de la selección argentina. “Que ganas de darle un abrazo. Una de las cosas que yo tenía era que yo sabía que era inferior a los demás y que tenía que aportar diferente. Yo sabía que estaba en un grupo con jugadores extraordinarios y que mi granito de arena era aportar algo más que lo de adentro de la cancha”.

Y cerró: “Estoy convencido que desde afuera de la cancha se puede aportar mucho y ahora lo llevamos a cabo. Te agradezco José, ahora me voy al vestuario que llego tarde”, concluyó colmado de emoción.