
Julian Azaad, durante su experiencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1.
Julián Amado Azaad regresó al lugar donde todo comenzó: Unión Agrarios Cerrito. Allí, siendo niño conoció el deporte y la vida de una comunidad unida por los colores que también supo representar su papá Mario (DT del plantel campeón provincial del Torneo del Interior 1988/89 y referente del deporte cerritense, fallecido en julio último). En el Verde empezó a forjar una trayectoria que lo llevaría al plano internacional a través del Beach Volley, el deporte que lo convertiría en atleta olímpico en Tokio 2020+1.
Tras haber sido medallista en etapas del Circuito Argentino y Sudamericano, ganador del bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y copar el podio en los Juegos Suramericanos de Playa, Juli decidió volver para dar una mano al equipo que se formó este año para competir en la Asociación Paranaense de Vóley (APV).
“La vuelta a Unión Agrarios se termina dando un poco por la misma proximidad y cariño de siempre al club en general, y especialmente a la parte del vóley. Este año se volvió a formar la primera y eso hizo, primero, que me alegre un montón por el hecho de que Cerrito lleva muchos años sin presencia en el torneo de la Asociación Paranaense, y también por un acercamiento”, comentó. En principio, ese acercamiento fue como hincha: “ir a ver partidos, felicitar, comunicar a los chicos la alegría de que estén siendo parte nuevamente de una primera que se haya formado de vuelta. Eso fue generando también que me acercara al club a entrenar de vez en cuando, por la misma relación con los chicos y la necesidad de mantenerme dentro del ritmo deportivo. Una cosa fue llevando a la otra y la misma atracción por el club, por el sentido de pertenencia fue generando que vaya creciendo ese hambre competitivo”.

En principio, la subcomisión de Vóley le preguntó si había posibilidad de federarse para ser parte del plantel, además de dar una mano como entrenador. Si bien Agustín Cardoso estaba al frente del equipo, la idea era también darle la posibilidad de competir “sin la responsabilidad” de llevar el equipo adelante durante los partidos. “En principio me pareció una buena forma de aportar un granito de arena para que el equipo funcione mejor y todo eso fue creciendo, y hoy ya estoy bastante más comprometido con la situación”, comentó el medallista panamericano en Lima 2019.
–¿Con qué club de encontraste?
–En primer lugar, me encontré con una subcomisión muy comprometida y con mucho sentido de pertenencia, lo que termina siendo el motor de todo lo que va sucediendo dentro del club. Después también con un trabajo que está haciendo Agustín Cardoso en la parte de inferiores que me parece súper interesante. Agustín me parece un entrenador con muchísimo potencial. Además es un chico que tiene como jugador también mucho todavía para demostrar, y me encontré con un club muy parecido a lo que era hace un par de años: ese club que daba gusto entrar y ver a los chicos vistiendo la camiseta, contentos de estar ahí compitiendo en APV a un buen nivel y tratando de subir su nivel competitivo. La verdad que me encontré con un vóley de Cerrito muy lindo y muy competitivo, que es lo que a todos también nos termina gustando y siendo el motor.
–¿Cómo te recibieron?
–El recibimiento por parte de los dirigentes, compañeros e hinchas, todo fue 10 puntos. Hubo muchísima predisposición para que yo vuelva al club. No pusieron ningún freno de nada en ningún momento, lo cual agradezco muchísimo. Pero a su vez también me parece importante entrar en el club con el respeto que los integrantes merecen. Yo le aclaré de entrada a los chicos que no le venía a sacar el puesto a nadie, venía solamente a aportar al equipo. Lo mismo a Agustín (Cardoso), yo le planteé que mi idea no era imponer ningún estilo ni ningún trabajo, sino solamente conectar un poco con lo que él venía haciendo y en la medida que yo pueda ayudar y aportar estaba a disposición. Una cosa fue llevando a la otra y hoy estamos trabajando muy bien, pero siempre desde un marco de respeto y entendiendo la idiosincrasia que Unión Agrarios tiene y entendiendo también que el club está por encima de cualquier nombre, de cualquier persona y de todos. Primero está el club y después venimos los personajes que lo componemos.

-¿En qué etapa de tu carrera estás? ¿Qué objetivos te planteaste?
–La verdad que no lo tengo muy claro, todavía lo estoy descifrando. Esto por ahí de estar jugando indoor es muy ocasional. Por algunas cuestiones personales estuve más ligado, estuve mucho tiempo en Cerrito y eso terminó llevando a que termine compitiendo en indoor. Pero la verdad es que no tengo nada definido. Sí sé que hoy la prioridad es un poco más lo laboral, el poder estar, establecerme un poco laboralmente. Estuve dándole prioridad a terminar la licenciatura en Educación Física, que la terminé hace un par de días, y ahora la idea es instalarme de alguna forma un poco más laboralmente para para hacer trabajo de gestión deportiva, de trabajo de campo deportivo, lo que sea. Mi idea es también ir explorando en qué ámbito me encuentro más cómodo, siempre ligado al deporte, pero viendo cuál de esas ramas del deporte es la que más me gusta estar y la que más sienta que pueda aportar valor.
–¿Te miran algunos deportistas de Cerrito o de la misma APV como un referente por tu trayectoria, por ser un “olímpico”?
–Y eso la verdad que no lo percibo, o no le presto mucha atención tampoco. Si lo tengo que pensar, como cuando yo era deportista adolescente, sí veía a los más grandes como referente, pero no sé si el hecho de haber jugado un Juego Olímpico hace que hace que los chicos miren más o respeten más. Eso la verdad que habría que preguntárselo a ellos. Yo en lo personal no pienso que el hecho de jugar un Juego Olímpico ya te posicione en un lugar que deba ser respetado, sino que ese respeto se debe ganar día a día. Y también me da la sensación de que hoy los atletas jóvenes sí prestan atención a eso, sí lo valoran, pero es como un primer impacto. Después ese impacto lo tenés que sostener con entrega, con estar comprometido con la tarea que uno hace, demostrar que uno quiere que los atletas que están al lado de las categorías más bajas mejoren. No creo que se sostenga el simple hecho de ser olímpico, un respeto eterno, sino que es algo que se gana todos los días. Creo que haber sido olímpico fue hermoso para mi carrera, seguramente tiene mucho valor para un montón de personas, pero eso en algún momento tiene que quedar atrás y se tiene que seguir sosteniendo con acción y entrega.

Una de las vivencias recientes que tuvo Julián Azaad dentro del deporte fue como entrenador del seleccionado de Entre Ríos que participó de la primera edición de los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento (JADAR) en Rosario. El balance dejó como saldo una medalla de bronce con la dupla femenina conformada por Juana Jacob y Micaela Blanc, y un séptimo puesto en el cuadro masculino con Giovani Lovera y Ramiro Schonfeld. “La experiencia de los Jadar fue bastante progresiva porque de alguna manera nadie sabía bien con qué tipo de eventos se iba a encontrar. El hecho de que sean los primeros juegos hizo que haya mucha incertidumbre a la hora de planificar un poco la llegada a la competencia, la competencia en sí, de las expectativas respecto a resultados. Particularmente el vóley playa era hasta categoría sub-23, lo cual hizo que yo asuma un rol más de dirigente/entrenador. Y bueno, lo hicimos lo mejor que pudimos con la información que teníamos. El balance fue súper positivo. También nuestra idea era utilizar estos juegos como base para empezar a proyectar cosas más de alto nivel en la provincia de Entre Ríos”, explicó.
“El camino a los Juegos creo que fue pensado y ejecutado correctamente y bueno, ahora resta un poco a nosotros como Secretaría de Beach Volley de Entre Ríos y un poco a los atletas también de ir estructurando ciertas cosas para que no quede simplemente una competencia, sino que sea un peldaño más en esto que es construir todos los días un poco el Vóley Playa de Entre Ríos”, agregó. Además, elogió la organización del evento: “A nivel evento me pareció realmente impecable, me sorprendió muchísimo y me parece que es una competencia muy necesaria en Argentina y que hacía mucha falta, tanto por lo que significa que es un escalón más en esto de la carrera olímpica de los atletas. Un atleta pasaba de jugar un nacional a quizás un Juego Odesur, que ya es un salto demasiado alto. Creo que los Jadar meten ahí al medio una competencia como para hacer algo más progresivo y también dar la oportunidad y motivación a los atletas que van creciendo. Creo que, fundamentalmente, el concepto de Jadar me parece buenísimo. Y después la manera en la que se ejecutó también me pareció de muy alto nivel y con una visual, con una estructura y con una gestión de evento que me pareció muy buena”.
–¿Cómo ves al vóley de Entre Ríos en la actualidad? ¿Es casualidad o causalidad que haya varios jugadores de la provincia en selecciones argentinas menores, juveniles e incluso mayores, como es el caso de Luciano Vicentín?
–Yo creo que Entre Ríos es una provincia muy de vóley. Tiene muchos chicos y chicas que lo practican en todas sus variables, en indoor, en voley playa también. Y creo que la Federación Entre Ríos también ha hecho un acompañamiento de esa práctica y de esa pasión que muchos chicos sienten y que muchos chicos juegan. A eso hay que acompañarlo obviamente con estructura. Creo que la Federación Entrerriano lo viene haciendo bastante bien. Se han visto buenos resultados en Campeonatos Argentinos de categorías menores. En selección argentina tenés ejemplos como Luciano Vicentín, que está hoy dentro de los máximos referentes del voley argentino y te diría mundial, también. Todo eso es consecuencia de una buena estructura que se organiza en categorías menores. Los campeonatos argentinos también vienen teniendo muy buenos resultados. Se han metido en muchos podios, finales, a lo largo de todos estos años. Eso lo posiciona en un lugar de prestigio y en un lugar donde también da la pauta de que se viene trabajando bien. Obviamente siempre hay cosas por mejorar, siempre hay que estar atento a qué es lo que se puede mejorar estructuralmente, tratar de encontrar las maneras de que los presupuestos vayan creciendo también para seguir aportando y mejorando la estructura, pero creo que el camino viene siendo bueno, los balances generalmente son positivos y bueno, si bien hay mucho que mejorar, creo que hace años que el vóley de Entre Ríos está en un buen momento.