Vivir del Estado

Edición: 
1048
Los negocios millonarios de Hugo Righelato en Obras Sanitarias, con empresarios amigos

Daniel Enz

Nadie sabe explicar muy bien por qué durante tantos años se mantuvo en el mismo cargo. Pese a que los que fueron observando sus movimientos en más de diez años, notaron su habilidad para los negocios con el Estado -y en particular en licitaciones con Obras Sanitarias de la provincia-, como así también su abrupto crecimiento patrimonial, que lo llevó a vivir en una residencia millonaria en la zona del balneario Thompson. Siempre se movió con inteligencia, con bajo perfil y ni siquiera tuvo necesidad de contar con algún “jefe político” que avalara sus negociaciones incompatibles con la función pública. La jugarreta fue, por lo general, siempre la misma por muchos años: no aparecía en empresas con las cuales se ganaban licitaciones en OSER, pero sí obligaba a otras que resultaban adjudicadas, a contratarlas sí o sí, por lo cual sacaba una tajada importante de dinero del Estado. El mecanismo funcionó no solamente dentro de la estructura provincial, sino también en municipios del territorio entrerriano. “Vos hacé lo que te sugiere el Hugo”, fue la orden que llegó muchas veces a los presidentes comunales y de Juntas de Fomento. Y esas órdenes no solamente son para los acuerdos de subcontratos con “los amigos” de Righelato, sino también con algunas otras cuestiones, como por ejemplo, que los contratistas de OSER compren siempre los caños a Plastifierro, justamente porque Righelato tiene estrechas vinculaciones con la firma. Incluso, hay quienes sostienen que es el representante de la firma en Entre Ríos, pese a su rol de alto funcionario. La sede central de la empresa está radicada en Buenos Aires, con fábricas en San Luis y Santiago del Estero. Pero los mejores precios se consiguen en Mendoza, lugar hacia donde van en forma continua camiones de OSER a retirar el material nuevo o aquellos de rezago que se envían a Entre Ríos. No pocos técnicos, conocedores del paño, suelen remarcar que los caños utilizados están en el límite inferior de calidad permitido y por ende, todos los contratistas tuvieron problemas con ellos.

Amigos son los amigos

El caso más saliente fue el de la empresa Azul SRL, creada por Righelato en mayo de 2011. La sociedad la conformó con Haydeé Analía Varela, con quien fue pareja durante años. Varela es personal de la Policía de Entre Ríos, pero hace ya varios años que está asignada a Obras Sanitarias de la provincia, aunque se la ve poco y nada. La empresa tiene en su objeto social, entre otros puntos, la “remodelación de obras en terrenos propios o terceros”. O sea, una tarea afín a lo que lleva adelante OSER, entre otros aspectos. El tema es que Azul no es contratista del Estado entrerriano, pero no por ello se le impide que alguna otra firma adjudicada tercerice su trabajo en obras públicas asignadas. Y eso se ha encargado de hacer, muchas veces, la empleada Varela, estando en el lugar exacto para ello en la dependencia oficial.

(Más información en la edición número 1048 de la revista ANALISIS del jueves 6 de octubre de 2016)

La consultora Isasi-Burdman midió diversos aspectos. El trabajo se tituló: “Electoral Wars”.

Los uniformados observaron que el hombre estaba golpeando a su caballo con los espuelones, causándole lesiones visibles en la zona de las costillas.

Ciclista puso la cara en Gualeguaychú y se llevó un gran triunfo.

Matías Russo y Vittoria Piria

El piloto entrerriano Matías Russo, junto a su compañera Vittoria Piria, conducen un Porsche.

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