Por Sofía Arnaudín
La importancia del Teatro Municipal 3 de Febrerono sólo reside en su calidad de epicentro de la cultura, la historia y la política paranaense, sino que su riqueza arquitectónica, su estructura técnica, su calidad acústica, lo han declarado uno de los mejores teatros de la región del Litoral y parte del patrimonio de nuestro país. “El Teatro concentra historia en cada rincón. Como si fuera un mensajero que atraviesa los calendarios vencidos para traer a la memoria hechos lejanos en el tiempo, las paredes, los muebles, los cuadros, cada elemento destacado o cada detalle concentra la información de un pasado”, describe de manera exacta el libro Tras Bambalinas, proponiendo un recorrido no sólo a través del relato con la palabra, sino también a través de la imagen, nutrido de una serie de fotografías que van llevando, en un viaje por el laberinto de uno de los edificios más importantes de la capital entrerriana. Miles de historias y anécdotas encierran las paredes del imponente coliseo, tapizadas de cuadros, afiches de todas las épocas “las galerías son como una especie de museo de sitio, donde las paredes cuentan fragmentos de la historia del Teatro”, dice un epígrafe del libro. “Me impactó mucho una cosa que ocurrió en el escenario de una pelea de boxeo, de un paranaense muy conocido y otro rosarino. Empiezan a pelear y el público muy enardecido fogonea la pelea; el paranaense le da un golpe, el rosarino cae y no lo pueden hacer reaccionar, lo llevan al hospital San Martín y ahí muere. Hubo una gran bronca hacia Paraná por parte de los rosarinos y eso implicó que vinieran de la Federación de Box y de la Comisión Olímpica a estudiar el caso y a partir de ahí se legisló el boxeo. También me impactó el Teatro como escenario político cuando murió Irigoyen; se hacían sepelios civiles sin presencia del cuerpo, donde había oradores de la talla de Arturo Jauretche. Después el tema de los circos, que están todavía las jaulas donde se dejaban los animales. El interior del teatro es una maravilla; del piso para abajo es un mundo y del techo para arriba es otro. Y ahí el mundo está plagado de misterio. Hay una máquina de efectos especiales que dejaron ahí, que es como un museo de hecho pero que nadie se propuso”, cuenta Riani a esta revista, tratando de transmitir la magia que encierra el Teatro 3 de Febrero y que desde la Editorial Municipal intentan apresar en las páginas de Entre Bambalinas.
(Más información en la edición gráfica número 1090 de la revista ANALISIS del jueves 22 de noviembre de 2018)
