“El Copnaf, como organismo de protección, no tenía intervención con Tahiel, no conocía la situación por la que estaba atravesando el niño, no recibió ninguna demanda de intervención por maltrato de integrantes de la familia. No conocíamos a la familia Ortiz”.
La definición la dio esta tarde Sofía Rossi, delegada del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) en Gualeguaychú y tiene que ver con la intervención que le cupo al organismo en la protección del pequeño Tahiel Moussou, el niño de 2 años y 11 meses que el lunes llegó a la Guardia del Hospital Centenario sin vida, y con evidentes signos de haber sido sometido a violencia.
Por el hecho, la Justicia ordenó la detención de su madre, Macarena Ortiz, y de la pareja de esta, Alfredo “Pato” Ferreyra, que el martes se suicidó en una celda de la Jefatura de Policía de Gualeguaychú, adonde habían sido enviados por disposición del juez de Garantía Ignacio Telenta a pedido del fiscal Mauricio Guerro, que lleva adelante la investigación, publicó Entre Ríos Ahora.
La funcionaria del Copaf brindó esta tarde una conferencia de prensa en Gualeguaychú junto al titular del organismo a nivel provincial, Gabriel Leconte, con una mecánica peculiar: en tandas de dos medios y sin permitir la transmisión en directo.
Las pericias médicas determinaron que el cuerpo de Tahiel «se encontraba frío, pálido, sin presentar signos vitales, con un cefalohematoma frontal biparietal bitemporal, presentando signos de sangrado en oído derecho y nariz, un hematoma bipalpebral (en ambos párpados) bilateral, un hematoma en tórax izquierdo de aproximadamente cuatro centímetros, también dos hematomas en región anterior miembro inferior izquierdo y pequeñas lesiones ulceradas generalizadas a predominio de sus cuatro miembros”.
En ese informe pericial se basó el fiscal Mauricio Guerrero, de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú, para pedir al juez de Garantías Ignacio Telenta la detención de la mujer y de su pareja, Alfredo Sebastián «Pato» Ferreyra, quien el martes tomó la decisión de suicidarse en el calabozo de la Jefatura de Policía, donde estaba alojado.
De acuerdo a diferentes fuentes consultadas, Macarena Ortiz ingresó al Hospital Centenario con su hijo en brazos, envuelto en una frazada. «Ingresó tranquila al hospital, caminando. Cuando vio al personal que estaba en la Guardia, comenzó a decir incoherencias mientras destapaba el rostro del niño que se encontraba curbierto por una frazada. Dijo que lo encontró tirado y lo trajo. Era evidente que ese nene había sufrido un ataque violento», relataron las fuentes.
La muerte violenta del pequeño Tahiel conmocionó a Gualeguaychú, y generó el repudio ante lo que se consideró la falta de intervención del Estado para prevenir el calvario que atravesó el niño durante sus dos años y 11 meses de vida. Las redes sociales fueron el vehículo de la indignación. Desde los medios de comunicación, familiares de la víctima señalaron a los trabajadores del Copnaf como los responsables de la revinculación del niño -un mes y medio atrás- con su progenitora, Macarena Ortíz.
Desde la coordinación local del Copnaf, sin embargo, señalaron que "no tenemos nada que informar, ya que no recibimos denuncias de ningún familiar o vecino sobre hechos de violencia en torno al niño. Por este motivo no hubo intervención previa al hecho".
Consultados sobre si existió notificación por parte de la Justicia a raíz de alguna denuncia radicada en Fiscalía o en la Comisaría del Menor y la Mujer, como así también de efectores de Salud por los que transitó Tahiel, aseguraron que no hubo ninguna comunicación formal en ese sentido.
Este viernes, un grupo de familiares y vecinos marcharán hasta las puertas de las oficinas ubicadas en Urquiza 625 para reclamar por la falta de intervención a tiempo del organismo.