La familia de nacionalidad peruana eran proveedores de distintos grupos de venta de Colón, Chajarí y Concepción del Uruguay. Foto: Fedra Venturini.
Una investigación federal iniciada el año pasado culminó esta semana con la condena de tres integrantes de una familia peruana que operaba desde Villa Celina, Buenos Aires, y que distribuía cocaína en distintas ciudades de la Costa del Uruguay. La jueza del Tribunal Oral Federal de Paraná, Emilce Rojas, dictó penas de prisión efectiva para los acusados en un fallo que expone la penetración de redes narco transnacionales en el Litoral argentino.
La droga incautada en el operativo llevaba el sello del delfín, símbolo utilizado por el capo narco salteño Delfín Reinaldo Castedo, conocido como el “Patrón del Norte”. Este distintivo, según testigos del juicio, es sinónimo de cocaína de altísima pureza, con efectos devastadores para la salud pública.
Fortunata Olivera Díaz, señalada como líder de la organización, fue detenida en febrero de 2024 en un control sobre la Ruta Nacional 14, con dos kilos de cocaína en su poder. El fiscal federal José Ignacio Candioti sostuvo que el destino del cargamento era la ciudad de Chajarí, y que Fortunata ya había realizado otros envíos previos a Concordia, Colón y Concepción del Uruguay.
Durante el juicio que presenció ANÁLISIS, se presentaron pruebas contundentes contra los hijos de Fortunata, Ruby y Russell Olivera, quienes fueron detenidos tras un allanamiento en su domicilio. Allí se encontraron 270 gramos de cocaína fraccionados en 72 envoltorios, una balanza con restos de sustancia y anotaciones vinculadas al comercio de drogas.
El fiscal Candioti, junto a Juan Podhayny, pidió cinco años y dos meses de prisión para Fortunata, y tres años y ocho meses para sus hijos como partícipes secundarios. La jueza Rojas consideró adecuados los pedidos y dictó penas de cumplimiento efectivo.
En su alegato final, el fiscal advirtió sobre el impacto del narcotráfico en los jóvenes, señalando que las organizaciones criminales están utilizando menores como “soldaditos” para distribuir droga. También recordó que el tipo de cocaína incautada coincide con la utilizada en otros juicios resonantes, como los de Daniel Tavi Celis y Elvio Caudana.
Un crimen vinculado: el caso Laveriano
La causa judicial se conecta con un episodio violento ocurrido en noviembre de 2024, cuando Cristian Laveriano, también oriundo de Villa Celina, fue asesinado en Concordia. Laveriano había viajado junto a Ruby Olivera Díaz para cobrar una presunta deuda narco. El ataque ocurrió en la zona de Playa Nebel, donde tres individuos lo hirieron con una herramienta tipo pico de mano, provocándole una lesión fatal en la arteria femoral.
Los agresores fueron detenidos poco después, pero el móvil del crimen aún no ha sido esclarecido. La conexión entre este asesinato y la red narco familiar condenada sigue bajo investigación.
Este caso revela la complejidad de las redes narco que operan en el país, con vínculos entre provincias, marcas criminales reconocidas y un impacto social que sigue creciendo, tal como reveló Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) en su informe del miércoles 1 de octubre.



