"No vamos contra el horario de la siesta sino que pedimos que haya una extensión del rango horario para que le sirva a todos. Con esto, a la mayoría no le sirve la siesta", afirmó Ruggeri. (Foto: ANALISIS)
El integrante de la Asamblea de Comerciantes del Microcentro de Paraná, Marcelo Ruggeri, explicó el reclamo que sostienen respecto del horario laboral, dado que sostener abierto durante la siesta no es rentable por la escasa cantidad de gente que se mueve en la ciudad.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Ruggeri sostuvo que los comerciantes esperan por estas horas “la confirmación de una reunión con el intendente porque hasta ahora sigue vigente un decreto donde la restricción horaria es de 9 a 18 y pretendemos una extensión hasta las 20 o 20.30 horas”.
Sobre los motivos de la solicitud, explicó que “están abiertos los locales ocho horas pero hay un rango de tres o cuatro horas en que no anda gente” y aclaró que “los horarios no los ponemos ni los comerciantes, ni los empleados ni el Sindicato, lo pone la gente”.
“Está buenísimo trabajar de corrido, a todos nos encanta trabajar de corrido y poder irnos a nuestras casas a las 18 horas para hacer lo que nos gusta, y es mucho más lindo irnos a las seis de la tarde que a las nueve de la noche, pero para el negocio no sirve. Tener un negocio abierto ocho horas, tener que pagar los sueldos, cargas sociales, alquileres para tener tres o cuatro horas sin gente, no sirve y lleva a que se sigan cerrando locales como estamos viendo que cierran todo el tiempo”, reflexionó.
Afirmó que “el sector más castigado comercialmente es el centro, porque en los barrios se ve que el comercio es normal a la tarde y la noche y a la siesta no hay negocios abiertos, salvo rubros específicos como los corralones y ferreterías. En el resto de los negocios se cierra a la siesta, en el resto de la ciudad, y nadie los controla”.
“Queremos que nos dejen trabajar en función de lo que el cliente demanda, que es abrir más tarde y no abrir a la siesta. No queremos ir contra nadie, ni tener problemas con el Sindicato ni con los empleados, pero acá la cuestión es que la supervivencia de los negocios depende de poder abrir en los horarios en que se vende o en que hay gente, por lo menos. La venta está muy baja igual, no implica que se volverá a la normalidad abriendo hasta más tarde pero se pretende tratar de vender un poco más en los horarios en que sabemos que anda la gente”, puntualizó.
Planteó asimismo que “según la experiencia de comerciantes que están trabajando, lo que más se nota es en la peatonal, pero hay otros comercios que trabajan mucho mejor en horarios de media tarde en adelante. La mayor venta del día es desde las 17 en adelante, incluso más que en la mañana”.
Ante esto, advirtió que “hay comerciantes que respetan la restricción horaria y otros que no porque necesitan pagar los sueldos, y nadie les ayuda ni les subsidia a pagar todo lo que se debe pagar para subsistir. Por eso esta semana se hizo una asamblea donde los comerciantes fueron claros: si la restricción horaria sigue, igual vamos a tener que comenzar a trabajar en horario cortado”.
No obstante, aclaró: “Preferimos reunirnos primero con el intendente, que entienda la situación porque hasta ahora siempre apoyó al comercio, admite que se necesita que el comercio siga trabajando porque es el que más aporte hace en cuanto a la tasa comercial y el microcentro es el que mayor empleo genera en la ciudad en lo comercial, y el intendente quiere que a los comercios les vaya bien. Pero ya estamos en otra situación en que empieza el calor, la gente cada vez anda menos y se habilitaron actividades de todo tipo con lo cual mantener la restricción para el microcentro es un despropósito, cuando los bares y los lugares de comida están abiertos hasta la última hora de la noche”.
En otro orden de cosas, reconoció que “el transporte es una complicación, pero la realidad es que el año pasado hubo muchísimos días de paro y este año también y los empleados se vieron obligados a buscar otra modalidad de llegar a los trabajos, se organizaron de otras maneras, compraron moto, usan el auto, se organizan entre varios, y ya no se depende tanto de los colectivos”.
“Hoy hay comercios que están cerrando a la siesta y le dan a los empleados una hora y media o dos horas para no tener abierto por el gasto que implica, pero eso también complica al empleado, y por eso con la extensión horaria se la da al empleado la posibilidad de que pueda tomarse cuatro o cinco horas para irse a su casa, comer, descansar y volver”, explicitó.
Finalmente, sostuvo que “hay comerciantes a los que les sirve el horario corrido y que plantean que lo seguirán implementando, por eso no vamos contra el horario de la siesta sino que pedimos que haya una extensión del rango horario para que le sirva a todos. Con esto, a la mayoría no le sirve la siesta”. “Se pide extensión horaria, no la condición de abrir de corrido o de cortado, y que cada uno se maneje como más le sirva”, concluyó.