Se trata de una propuesta contemporánea que no se encasilla en el tratamiento tradicional del abordaje de una obra teatral. La obra se va generando desde el encuentro de las voces de artistas de distintas disciplinas, respondiendo al disparador convocante, planteando una reescritura del texto original, en torno al trabajo de los actores (sus cuerpos, sus emociones, sus encuentros) y a las propuestas sonoras y espaciales. La imagen se construye en líneas narrativas divergentes; relatos alternativos que se materializan en las mezclas aleatorias de las proyecciones.

La obra no concluye en cada acción, sino que se va construyendo día a día, en cada una de las funciones. El resultado de lo documentado se transformará nuevamente en obra, como documental del hecho, en principio, y como video performance en un proceso de avance.

Trabajar juntos fue poder desatar esos nudos, imperceptibles a veces, donde las disciplinas no admiten el cruce con otras y donde es necesaria la suficiente flexibilidad (la flexibilidad del junco dirían en taichi) como para admitir que puede producirse otra cosa fuera de los rangos establecidos.

Adaptación y cambio
El proyecto, seleccionado en la Convocatoria 2009, comienza a desarrollarse en el año 2010 por un grupo de artistas de distintas disciplinas, comprometidos en la elaboración de los aspectos conceptuales y técnicos, (dramaturga, actores, música, artistas plásticos, videastas, directora teatral, fotógrafos).

La historia que se cuenta una y otra vez gira en torno a una situación: ¿qué pasaría si alguien una mañana se despierta y descubre que su ropa no es su ropa?

El texto original fue primero un cuento: La ropa, donde el único personaje era Elisa. Luego, en la primera versión teatral apareció Santiago. A veces las acciones coinciden con el relato. Otras no. Tiene que ver con el fragmento, con la diversidad de la mirada sobre uno mismo y sobre el otro. Con la imposibilidad de completud.

Los términos en pugna estarían dados por dos pares dialécticos: el presente- el pasado, lo narrativo-lo dramático. Y ya no será La ropa, que sustantiviza, sino -Entre la ropa-, que sugiere espacio, que sitúa. Luego de una versión, otra. Y ahora es Detrás de la ropa. Pero ante todo, fue el disparador de una construcción en la búsqueda de intercambio de lenguajes artísticos que finalmente devinieron en una puesta en escena de carácter perfomático.

Las entradas tienen un valor de 20 y 15 pesos con descuento.
Más información: http://www.unl.edu.ar/cultura/