El futbolista rosarino del Barcelona, Lionel Messi, se convirtió de un día para otro en la figura codiciada en toda España gracias al golazo que marcó el domingo pasado para su equipo, el primero en su cuenta oficial. Hasta Ronaldinho lo alzó en brazos para rendirle tributo y ofreciéndolo a la gente que colmó el estadio Camp Nou.

Apenas llueve. La humedad se arrastra por los rincones de una ciudad incesante. Una ciudad que aún siente los latidos que dejó un domingo de fútbol. Los autos desfilan unos tras otros sobre la avenida de Les Corts. A pocos metros de allí, el Camp Nou se erige como un gigante de cemento que domina la geografía.

Un grupo de turistas caminan hacia él y mientras lo hacen, no paran de tomar fotos. La cita es las 19.30 (las 14.30 en Argentina). En un confortable café donde abundan los diarios con la foto del protagonista de la nota. El protagonista del día.

Desde el interior se ve el trajinar de los peatones. Y entre los anónimos aparece la imagen del Pibe. El reloj marca las 19.35. El Pibe camina junto a su padre. El mismo que lo acompañó a los 15 años en la aventura de cruzar el océano. Lionel Messi ya no es uno más. No pasa desapercibido. Ingresa al bar y el mozo lo reconoce.

Unas señoras sesentonas comentan entre sí: "Es el nen (nene) del Barça". Sí. Tienen razón. Es el nene de este Barcelona plagado de estrellas que está a punto de ganar la Liga. Es el chico nacido en Rosario que, con 17 años, convirtió el segundo gol del equipo culé en la victoria del último domingo. Un golazo. Un gol que quedará en la historia de un club con demasiada historia.

"La verdad que fue algo mágico, como un sueño hecho realidad. En pocos minutos se dio todo", comienza hablando Lionel en la extensa charla que mantuvo con un matutino rosarino.

-Con 17 años no sólo debutaste en Barcelona, sino que también metiste un gol. En menos de un año, has vivido todo.
-Sí, tuve la oportunidad primero de jugar en el filial, luego que me convocaran a primera y empezar a jugar unos minutos, hasta que se me dio lo del gol, algo que estaba buscando.

-Y el gol llegó en tiempo récord. Todo rápido como en tu vida. Entraste faltando tres minutos y no fallaste. Lo viste a Ronaldinho, intuiste el pase y te mandaste de cara al gol.
-Sí, hubo una jugada anterior similar en la que cobraron offside. Pero en esa, apenas vi que la recibía Ronnie, piqué al hueco.

-Y definiste como un veterano.
-(Sonríe) Ví adelantado al arquero, amagué a tirarla fuerte y la piqué por arriba.

-¿Te pusiste nervioso?
-No tuve tiempo de pensar en nada, estaba tranquilo. Los nervios fueron después del gol, no veía nada, estaba alucinando.

-No es para menos, en el Camp Nou había más de 96 mil personas.
-Es algo increíble, el grito fue ensordecedor. No sabía qué hacer. Se me puso la piel de gallina. Después todo el estadio cantando "campeones", realmente fue algo inolvidable.

Inolvidable. Lionel nunca olvidará lo ocurrido en la tarde del 1 de mayo de 2005. Esa tarde marcó su primer gol en un Barcelona plagado de estrellas.

-¿Qué te dijo Ronaldinho?
-Me felicitó y me subió en andas. Es un monstruo.

-¿Y cómo es la convivencia con un plantel plagado de "monstruos"?
-Adentro del vestuario hay un ambiente muy cálido y muy bueno. Es un gran plantel y ese es uno de los secretos de este buen equipo.

-¿Se aprende entrenando todos los días con estos jugadores? Creo que este equipo sabe conjugar perfectamente lo colectivo con las individualidades.
-Se aprende mucho. Siempre hay cosas nuevas para aprender y más cuando compartís las prácticas con Ronnie (Ronaldinho), Eto`o, Deco, Xavi. Todos los días salís del entrenamiento con algo nuevo aprendido.

-¿Cuánto tiene que ver Rijkaard en este ascenso meteórico de Lionel Messi?
-Mucho. A las pocas semanas de empezar a entrenar con el Barça B, Rijkaard me llamó para practicar en primera y también influyó que algunos compañeros se lesionaron. Pero desde el primer momento me dio una gran confianza y eso a la hora de salir a jugar se siente mucho porque es un gran respaldo.

-¿Sentís diferencias en lo físico?
-No, porque cuando estoy dentro de la cancha sólo pienso en jugar. Además, ya vengo entrenando hace tiempo con la primera y creo que ya agarré el ritmo de ellos.

Lionel se pide una Sprite pero no se la sirve hasta que la entrevista no concluye. Está entusiasmado. Y se siente feliz por este presente. Cuenta que lo han llamado desde muchos medios. Que quiere seguir en el club "muchos años más, porque ellos me dieron todo cuando vine a los 15 años y la ciudad siempre me recibió con cariño". Y dice que tiene un objetivo inmediato: "Ganar la liga con el Barcelona". Y otros a mediano y largo plazo: "Está el mundial con el Sub 20 argentino y me gustaría ser campeón con la selección".

-¿Y el 2006 en Alemania, no te animás?
-(Sonríe) Hay que seguir trabando.

A Lionel Messi todo le sucede rápido. El tiempo para él tiene una medición distinta a la de cualquier jugador normal. No es una locura imaginarlo con la selección mayor.

Fuente: La Capital.