“Desaparecieron las pelotas por el cagazo a que les empatáramos"

Leonardo Astrada, técnico de River Plate, acusó a Boca de embarrar la cancha y lo desmereció: "Algún día Dios tiene que ser justo cuando merezcamos ganar". Así se refirió a la derrota de su equipo en el superclásico en el que sus dirigidos fueron netamente superiores, aunque les faltó que sí tuvo su rival frente al arco rival.

"Esto me recuerda a la época en que yo jugaba: éramos muy superiores y perdíamos igual. Fue un golpe duro, no me gusta perder estos partidos. Sí, me da bronca, mucha bronca".

Rabioso, caliente y muy insatisfecho, Leonardo Astrada se fue de la Bombonera invadido por una gran sensación de injusticia, al punto que el entrenador de River hasta le pidió explicaciones al cielo: "Estoy acostumbrado a estas derrotas... Muchas veces merecés más y ligás menos. Esperemos que Dios algún día sea justo, y que nos ilumine para ganar cuando lo merezcamos", se excusó, entre tenso y verborrágico.

Golpeado en el orgullo, minutos después del final del superclásico salió en silencio del vestuario visitante y se encendió un cigarrillo. Dio unas pitadas, miró la pared gris y repasó en su mente cada ataque desperdiciado. Quienes lo vieron, aseguraron que no dijo nada, ni siquiera murmuró un insulto ni buscó responsables de lo que pudo conseguir y al final perdió: el honor de no besar la lona en La Boca, donde hasta los alcanzapelotas —digitados por el ayudante de utilería Cacho Laudonio— estuvieron en contra de River. "¿Por qué desaparecieron las pelotas? Debe ser el cagazo que tenían de que les empatáramos... La victoria de Boca fue inmerecida, pero no se gana sólo con merecimientos, en esto tenemos que ser realistas".

Analítico, entre los argumentos que esgrimió Astrada para desmerecer la victoria de Boca, la teoría del arco viciado, invertido, cerrado, tomó todo el protagonismo:

"Tuvimos posibilidades de convertir seis situaciones claras y fallamos, no convertimos, o Abbondanzieri fue fundamental. En cambio, Boca tuvo dos o tres llegadas y la metió. El resultado no estuvo bien, pero el fútbol tiene esas cosas. El mensaje para los jugadores después del partido fue que estén tranquilos, que en todo momento se intentó jugar el fútbol que River necesita. ¿La verdad? Tenemos que estar enteros, hicimos un muy buen partido. Dejamos la vida", aseguró.

Consumado el cachetazo contra el rival histórico, ¿qué pronóstico hizo Astrada sobre el desenlace del semestre? "En el campeonato, dependemos de otros resultados, incluso ganando los partidos que restan. Nos nos despedimos del Clausura, pero a medida que se acerca el final, se hace difícil", comentó, sin ocultar su angustia por los seis partidos consecutivos sin ganar (cuatro en el Clausura y dos por la Copa).

Y se marchó, con la misma bronca con la que había llegado: "No me voy preocupado por el rendimiento, sino por el resultado en general. Más que nunca le queríamos dar una victoria a la gente. A los hinchas les quiero agradecer por su aliento. El jueves, contra la Liga de Quito, el equipo les va a responder con la clasificación", aseguró. Se le viene una semana difícil. ¡Cuántos cigarros se va a fumar!

Fuente: Olé.

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