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Cómo impacta en la economía argentina la escalada del precio internacional de la soja

La soja asciende a USD 411 por tonelada y alcanza máximos desde julio de 2024 en el mercado de Chicago. El impulso a la oleaginosa proviene del acuerdo de compra entre China y EEUU, pero el impacto en Argentina, de momento, no sería significativo.

En detalle, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmó que China comprará hasta 12 millones de toneladas del grano antes de enero y 25 millones anuales durante los próximos tres años.

“La medida, que busca aliviar la situación de los productores estadounidenses tras meses de tensiones comerciales, no cambia el panorama estructural del sector agrícola de EEUU, aunque genera expectativas positivas en el corto plazo”, consideró Wise Capital.

Para Argentina, “el impacto sería limitado o incluso favorable, dado que una reactivación del comercio agrícola global podría sostener los precios internacionales. El anuncio se conoció tras la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping, donde el presidente norteamericano celebró en redes sociales que China volverá a comprar soja, sorgo y otros productos agrícolas a su país”, sostuvo.

Por su parte, Carlos Steiger, director MBA en Agronegocios de la Universidad Austral, explicó también: “Básicamente son las compras de China de soja a EEUU lo que hizo que el precio subiera en el mercado de Chicago y luego, de alguna manera, se transfiere a otros mercados como Brasil y Argentina”.

Sobre los efectos a nivel local, señaló que no queda tanta soja de la campaña 2024/25 y hay que ver el impacto en la posición de mayo de 2026 para la nueva campaña y como impacta en la rentabilidad del productor. Por ahora, el futuro marca USD 316.

El consultor agropecuario Javier Preciado Patiño afirmó: “Si tomo el último mes, la soja en Chicago pasó de 376 a 411 dólares la tonelada, pero en nuestro mercado de futuros, A3, pasó de 343 a 335 dólares. Es decir, Chicago no necesariamente va a ser copiado por el mercado local, ya que puede estar reflejando una situación más vinculada al mercado estadounidense, que al mercado global”.

“De todos modos, el hecho de que la soja estadounidense suba puede mejorarnos la competitividad en el mercado de los subproductos, porque se les encarece a ellos. Además, con China volviendo al mercado estadounidense a proveerse, libera materia prima para la industria local, que, si puede captar el aumento de la harina de soja, va a darle dinamismo al mercado”, añadió.

Por ahora, “lo concreto es que las ventas de soja están planchadas. Da la impresión de que ni la exportación necesita comprar grandes volúmenes, ni los productores quieren vender a este precio”, sostuvo Preciado Patiño.

Por su parte, Mariela Brandolin, consultora en mercado de granos e inversiones financieras, explicó que la soja en el mercado local ya muestra cierta fortaleza, gracias al impulso que dejó el período de retenciones cero en las semanas anteriores. Por eso, en una primera instancia es probable que las subas registradas en Chicago en los últimos días no se reflejen de inmediato en los precios locales.

Sin embargo, hacia el mediano plazo el panorama podría cambiar. “Si se concretan las compras chinas sobre Estados Unidos y se confirma una baja en las tasas de interés norteamericanas, el mercado de Chicago podría registrar un impulso significativo. En ese escenario, los precios locales acompañarían la tendencia, en mayor o menor medida, pero acompañarían al fin”, indicó la especialista.

“A esto se suma el inicio del período climático sudamericano, con pronóstico de un evento ‘Niña’, lo que suele traducirse en mayor volatilidad y oportunidades de mejora en las cotizaciones, especialmente para la nueva campaña. Si a este contexto se le sumara una eventual baja en las retenciones, la soja argentina podría encontrar vientos de cola que impulsen una nueva etapa de subas”, agregó.

Otra cuestión a tener en cuenta es que, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), para la próxima campaña, se estima que la superficie destinada a la soja se reduzca en 1,4 millones de hectáreas, hasta alcanzar 16,4 millones de hectáreas. Con esa caída, el cultivo tendría un horizonte productivo proyectado en 47 millones de toneladas, lo que representa una baja del 5% respecto de la campaña actual. Esto se debe a un aumento en la superficie de maíz.

 

Infobae

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