El senador provincial Rubén Dal Molín (JxC-Federación) habló de las expectativas y el tratamiento del Presupuesto provincial 2026.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Dal Molín comentó que “posiblemente el miércoles de la semana próxima, dependiendo de la disposición de los ministros, vamos a tener una larga jornada de trabajo con invitación a todos los senadores, donde se va a debatir el presupuesto, más allá de que los diputados nos invitaron cuando debatieron lo suyo y ya escuchamos y tenemos material que nos dieron los ministros en relación a esto. Estamos en espera de ese trabajo de la semana que viene para ver si le podemos dar despacho definitivo”.
Consultado sobre la crítica del diputado Juan José Bahillo (PJ-Gualeguaychú) respecto a que no se tuvieron en cuenta ninguna de las sugerencias del bloque peronista, planteó: “No quiero entrar en ese tema porque es otra Cámara, nosotros en Senadores siempre hemos tenido la capacidad de discutir todas las leyes, de tomarnos el tiempo y de incorporar todas las mejoras que se consideraron necesarias. De hecho, el Presupuesto del año pasado volvió a Diputados luego que nosotros le hiciéramos algunas modificaciones; no sé si este año ocurrirá lo mismo”.
Al respecto, definió que “este año es un Presupuesto bastante más realista y con los problemas naturales que tiene la provincia que es un ajustado margen operativo, compromisos importantes de deuda y un alto indicador de gastos inelásticos, en términos de que, si se suma lo que se va en sueldos, más los docentes privados, más los compromisos de la deuda, más el déficit de la Caja de Jubilaciones, estamos en el 80% del gasto en la provincia y esto es condicionante para muchas cosas”.
Consultado por el endeudamiento que no acompañaron los diputados del peronismo, explicó que “en el margen operativo se compara ingresos corrientes menos gastos corrientes, pero luego hay compromisos bancarios o de deuda que tenemos: el año que viene a la provincia le vencen 660.000 millones de títulos públicos, 172.000 millones de deudas en bancos locales, 25.000 millones con organismos internacionales más intereses por 104.000 millones y hay que amortizar deuda del año anterior de 75.000 millones, lo que significa que en compromisos de deuda el Tesoro de la provincia ya tiene 416.000 millones. Uno de los artículos que pide el gobierno –y que se reitera en anteriores presupuestos como el de 2019, 2021, 2022- es una autorización de deuda que es para, según dice claramente el artículo, hacer frente a la posibilidad que tenga la provincia de refinanciar este tipo de deuda o tener un marco de negociación para poder pagar. Obviamente como hombre del oficialismo me gustaría que esos 416.000 millones surgieran de la diferencia entre gastos corrientes y recursos corrientes y los podamos pagar, pero muchas veces eso no ocurre”.
En este marco, explicitó: “Tenemos otros componentes legales, como la cantidad de deuda que puede tomar la provincia en función de la Ley de Responsabilidad Fiscal, y muchas veces la aprobación de normativas de este tipo no significa que la deuda se va a efectivizar realmente, sino que son herramientas de autorización para que el Ejecutivo pueda tener a mano instrumentos legales que le permitan refinanciar, reacomodar, pagar una parte. Por otro lado, hay otras autorizaciones de deuda que están totalmente calzadas con obra pública, hay 300 millones de dólares que se están pidiendo, pero no se pueden ocupar para otras cuestiones que no sean obra pública y ya hay compromisos de organismos internacionales de otorgar esto a la provincia para poder avanzar en obra pública, que es el pasivo oculto o las grandes demandas que tiene la provincia”.
Consideró que “no está mal tomar este tipo de deuda para inversión pública, sí hace mal tomar deuda para pago de gastos corrientes y a eso no lo vamos a hacer. El resultado económico es superavitario, el presupuesto calculado este año va a terminar siendo superavitario, pero necesitamos tener este margen de negociación para los compromisos de deuda que estamos teniendo”.
Respecto de los municipios que no están contemplados con obras en el Presupuesto, el senador indicó que “hay una serie de obras que nos han hecho llegar los senadores, como mi intendente que me hizo llegar algún pedido de obra, y que nosotros incluimos en el listado de obras sin presupuesto que se calzarían con este crédito. Pero la provincia tiene que arreglar sus rutas, sus escuelas, sus hospitales, tiene que comprar patrulleros y equipamiento para hospitales, con lo cual los municipios también tendrán que comenzar a hacer un trabajo sano en sus administraciones en tanto y en cuanto nosotros podamos oxigenarnos. Pero además los municipios tienen el fondo fiduciario, que aprobamos el año anterior y que se mantiene, donde pueden hacer obra pública a través de ese ingreso que son 34 o 35.000 millones que están disponibles, pero son proyectos que deben hacer los municipios, ejecutar la obra y devolverlo a la provincia”.
Por otra parte, sostuvo que en el presupuesto “hay muy pocas” obras con financiamiento nacional. “Ese es otro de los sinceramientos que ha tenido el presupuesto; muchas veces las críticas por la subejecución se dan porque cuando se aprobaba el presupuesto años anteriores, venía un monto importante de Nación por posibles obras a ejecutar, que luego no se terminaban o concluían. Y mirando el presupuesto nacional, hubo que ajustar. En gestiones anteriores, de cada 100 pesos de obra pública, 66 venían de Nación, eso se acotó, viene realmente lo que nos corresponde por impuesto a los combustibles y lo del IAPV, pero eso no quita la pelea que esta llevando adelante nuestro gobernador por una mejor distribución del impuesto a los combustibles o por los ATN que podrían volcarse en este tema. Este es un presupuesto que, desde esa perspectiva, ha sido sincerado”, concluyó.


