Sobran expectativa e ilusión, pero casi no hay nerviosismo, como sí otras veces, cuando el Peñarol de Mar del Plata desperdiciaba en ese estadio chances de sumar otro título. La mufa se fue en diciembre de 2009, cuando el milrayita obtuvo el Súper 8, y desde entonces sumó éxitos y copas. Y aunque en esta temporada se propuso ganar todo, como en 2010 (cinco títulos), consiguió sólo la Copa Argentina.

Pero todo indica que el tesoro más preciado caerá por su propio peso este domingo, cuando se enfrente con Atenas a las 21 (TyC Sports), por quinta vez en una serie que lo favorece por 3-1. Vaya casualidad: siempre que Peñarol ganó la final, fue por 4-1, y cuando la perdió fue por 4-2, resultado que ya no puede darse.

Ahora es cuando menos se duda de que el sueño se cumplirá, por la contundencia de los triunfos: 95-64 y 82-66 en el Islas Malvinas y 86-59 en el Orfeo cordobés. Si hasta cuando cayeron lo hicieron por poco: 73-69, en el tercer partido.

La superioridad es abrumadora. Por eso, Sergio Hernández se animó a decir: “Atenas todavía no nos encontró la vuelta”. Pero fiel a su estilo, señaló también: “Somos optimistas, pero a la vez cautos. La serie está abierta; no terminó. Nosotros pensamos sólo en el quinto juego. Nos concentraremos en ganar y, si no se puede, habrá que ir a Córdoba para hacerlo en el sexto”.

“Atenas no puede pensar que la serie terminó. Es un partido; hay que jugarlo”, aseveró Bruno Lábaque, el capitán cordobés. Y el asistente técnico Gustavo Fernández admitió que el golpe fue duro. “Perder en Córdoba cuando podíamos ponernos 2-2 nos bajoneó mucho. Pero tenemos que hacer rápido el duelo. Si Atenas consigue sacarse la presión, todo puede cambiar”, añadió Lobito.

Hasta ahora, la eficacia en triples resultó la gran diferencia: Peñarol acertó 42% y su rival, 22%. Pero todo puede suceder: Atenas cuenta con buenos tiradores, peligrosos para un Peñarol que ya saborea su tercera conquista, sabedor de que nunca, en las 12 ocasiones previas, se revirtió un 3-1 en una serie final, consigna Cancha llena.

Este sábado, a media mañana, poco después de que se abrieran las boleterías de la sede de Peñarol (Garay y Santiago del Estero), una multitud se acercó para conseguir una ubicación para la definición. La fila llegó a ser de cinco cuadras. Se calcula que el Polideportivo se poblará con unas 8.500 personas y que la recaudación superará los 500.000 pesos. Semejante concurrencia permitirá que la televisación sea en directo también para Mar del Plata.

Foto: Clarín