
Por Mariana Carbajal (*)
Las estadísticas del Registro de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación CSJN) muestran que todos los años, entre el 60 y 65 % de los femicidios son cometidos por la expareja o la pareja de la víctima. Es distinta la violencia homicida que no es motivada por el género: de un registro de 2.000 homicidios cometidos entre 2017 y 2022, el 80 % de las víctimas fueron hombres, quienes predominantemente no conocían a su victimario.
La mayoría de los asesinos de mujeres y de varones, son varones. ¿De qué privilegio hablan?
La figura de femicidio surge para alertar y llamar a la reflexión sobre esos asesinatos de mujeres por ser mujeres, que son la expresión más extrema de la violencia machista.
Esa violencia machista es el resultado de la desigualdad histórica de las mujeres y LGBT en la sociedad. Algunos varones consideran a su pareja o a su ex pareja o a una chica que conocen en un boliche como parte de sus posesiones, al punto más extremo de apropiarse de sus cuerpos y sus vidas. De eso hablamos.
La mayoría de los países de Latinoamérica han incorporado a su Código Penal el agravante por violencia de género o femicidio.
No es ningún privilegio ser asesinada por que tu pareja o ex pareja lo decide.
(*) Periodista con perspectiva de género. Los datos fueron publicados en sus redes sociales personales, a propósito del anuncio sobre la eliminación de la figura de femicidio en el Código Penal.