Por Hugo Remedi
Todas las reuniones que se hicieron con los senadores provinciales por el tema Iosper, circo mediático incluido, fueron parte de la candorosa venta de humo que llevó adelante el gobierno de Rogelio Frigerio dentro de la programada fábula de hacer participar a todas las partes y, de ese modo, legitimar una iniciativa legislativa por verse que por el contrario ya era parte de un espurio acuerdo, cocinado y vendido a precio beneficioso.
Toda coincidencia es mera casualidad, rezan las leyendas de algunas películas para evitar consecuencias por asociación. Solo esto le faltó al gobierno bien señalar cuando aún a milímetros de reuniones que se iban sucediendo con sectores legítimamente preocupados por el destino del Iosper, salía por el tubo de compre por dos pesos el dictamen destinado a tumbar la obra social como entidad y parir en su lugar al OSER.
Cuando los senadores provinciales en el plenario empiecen a levantar sus manos para apoyar el proyecto podrá ratificarse si las especulaciones que involucran por lo pronto y con mayor énfasis, a las senadoras de la oposición Nancy Miranda (Federal), Gladys Domínguez (Feliciano) y Patricia Díaz (La Paz), tenían asidero y de ese modo, terminar con la caza de brujas. O saber, finalmente, si la tarea operativa del ministro de Gobierno, Manuel Troncoso, tuvo el éxito esperado para el gobierno de Frigerio: el dictamen de comisión es el primer abrazo entre amigos de aventuras tenebrosas.
Por otro lado, y con una rudeza color ocasión, el gobernador de Entre Ríos afirmó en una entrevista televisiva que el funcionamiento del IOSPER está jaqueado por boicots: de los trabajadores de la obra social por un lado y otro externo a partir de sectores que no quieren perder sus privilegios.
Calificar de boicot a la plantilla de trabajadores del IOSPER (muchos de ellos seguramente votantes de Frigerio) porque se oponen a lo que califican de mamarracho, con sólidos argumentos técnicos, suena como desterrado de una realidad que aún los forasteros no saben bien como explicar, más allá de patalear con denuncias. Y mientras tanto por arriba o se negocia o se usa el látigo.
Curiosamente, son estos trabajadores, los mismos que en su totalidad van a seguir en el OSER, lo que al decir del gobierno en su proyección a futuro sería algo así como que van a manejar la futura obra social con los boicoteros adentro.
El resto de boicoteros son los de afuera, es decir los interesados en el botín guerra de la obra social, tanto como los afiliados por el otro extremo: para el gobierno todo tiene el mismo olor. Solo tienen respuesta para uno de los lados.
El gobernador en ocasión de la entrevista, transitó por la línea fronteriza de desequilibrios argumentales disimulados con una frágil firmeza para defender decisiones sumamente opinables.
La mas grosera por su carácter de gobernador quizás haya sido cuando aseguró que los recursos de amparo que llueven sobre el Iosper son remanentes de la gestión anterior.
Grave número 1: es que los recursos de amparo tienen un plazo corto, perentorio y es para solucionar situaciones de urgencia en general, por lo cual, sería extraño que alguna de esas medidas cautelares tenga más de 6 meses de presentación.
Grave 2: en lo que va de la intervención de Mariano Gallegos (más de 5 meses) el crecimiento de los amparos ha sido exponencial.
Por otro lado el mandatario dijo que la salud pública no puede estar en manos de los sindicatos, pero por otro lado crea OSER, dejando un lugar para su principal socio del acuerdo: UPCN. Sumando un premio consuelo para los representantes de los otros agrupamientos al conformar un consejo consultivo con gente que no tendrá votos ni sus sugerencias serán vinculantes: una pintura del realismo.
Ahora entiendo mejor cuando mi abuela Rosa, con solo segundo grado, me decía m’ijo no subestime la inteligencia de nadie que es pecado. Pero, al fin entonces, el gobierno y sus socios ya pueden gritar tranquilos: mesa senadores PJ sale con fritas.