Trabajadoras de los medios de comunicación de Entre Ríos exigimos paridad de género y condiciones de laborales en nuestros ámbitos de trabajo. Esta es la forma que tenemos de hacer visibles las desigualdades y falta de perspectiva en nuestras redacciones, en nuestros medios y espacios de trabajo.
Constituimos mayoritariamente las plantas de personal, sin embargo nuestros lugares continúa siendo secundarios, no alcanzamos a ocupar aún lugares de preponderancia y de toma de decisiones, salvando escasas excepciones. Este es un elemento clave en la brecha salarial, que en medios es del 27%.
La actual pandemia ha significado un deterioro considerable en nuestras condiciones laborales. En los casos en que debimos mantener nuestro trabajo en casa, eso significó trabajar a destajo, sin horarios, y sin la cobertura de elementos de base (conectividad, energía eléctrica, insumos de trabajo) que hoy establece la ley de teletrabajo.
La recarga horaria se suma a otras condiciones que se visibilizaron en la pandemia: la multitareas y el aumento de las tareas de cuidado de niñas, niños, adolescentes y adultos mayores, aspectos que deben estar considerados en los protocolos de cuidado de Covid.
En otros casos, al considerar a la comunicación como un servicio esencial, debimos continuar yendo a nuestros lugares de trabajo sin contar con elementos fundamentales de protección, de contención y acompañamiento cuando nos hemos visto afectadas por el Coronavirus.
Otro capítulo en nuestras demandas es la falta de protocolos de actuación en los medios de comunicación ante casos de violencia. En nuestros lugares de trabajo también se producen y reproducen distintas formas de violencia, por eso decimos que queremos protocolos de prevención de la violencia en sus múltiples manifestaciones, tanto en las relaciones humanas
que se dan internamente en los medios de comunicación, como en los contenidos que producimos.
Por eso este 8M como trabajadoras de medios y espacios de comunicación reclamamos por una capacitación desde la perspectiva de género de manera permanente, salarios dignos, condiciones laborales y una ley integral de paridad de género en los medios de comunicación.
Estamos hartas de contar mujeres, travestis y trans muertas: una vez más decimos que no queremos que nos sigan matando. Exigimos un rol real al estado y al sistema judicial: justicia por las que ya no están y por una vida libre de violencias para mujeres y disidencias, protección integral.