El texto prohíbe por 60 años los cambios en la utilización del suelo en los bosques nativos, áreas protegidas y humedales incendiados para intentar recuperarlos.
En Entre Ríos hay cerca de 70 áreas naturales protegidas que se extienden en alrededor de 800 mil hectáreas, y que cuentan con el apoyo del gobierno provincial por considerarlas valiosas para la educación, el turismo y la producción.