
El Consejo Provincial del Menor, la Justicia de Familia y Menores y la Policía están investigando la denuncia formulada por docentes de la escuela Obispo Gelabert al Teléfono del Niño (102), que advirtieron de las regulares acciones violentas a la que era sometido un niño de siete años por parte de su padre. La semana pasada el niño asistió al establecimiento ubicado en avenida de las Américas al 1900 con un severo golpe en el rostro. Las autoridades no dudaron en comprobar que una trompada le había afectado el ojo derecho, nariz y boca, pero además le observaron en sus brazos varias quemaduras que habrían sido originadas, aparentemente, por cigarrillos.
Ante esto, una maestra llamó a la línea gratuita del 102 para denunciar el hecho. La docente informó del grave problema y se la orientó sobre los pasos a seguir, y qué tramitación iniciar para que el Estado y la Justicia de Familia y Menores intervengan rápidamente en protección de la víctima.
Del mismo modo, el alumno, que padecía fuertes dolores en la cabeza, fue trasladado por el personal de la escuela al hospital San Roque donde quedó internado en observación.
Con el diagnóstico de los médicos se estableció que el menor había sido sometido a una feroz paliza y a otras situaciones increíbles, como en la que se le apagó cigarrillos en los brazos.
Con estos elementos sumados a la denuncia telefónica, la Justicia de Familia y Menores dispuso que la víctima quedara en resguardo del Estado, por lo que se envió una cuidadora para que lo asistiera en el hospital San Roque, al tiempo que una asistente social se entrevistaría con los padres que viven en la Villa 351.
Por el momento, el niño se encuentra bajo el amparo de la Justicia y hasta tanto no se aclare el severo incidente, los padres, que fueron denunciados penalmente, no podrán acercarse al niño.
Otro caso en Gualeguay
Según informó Uno, otro caso ocurrió con una niña de tres años de edad que ingresó al hospital San Antonio de Gualeguay víctima de malos tratos y con fractura de fémur. Dicha lesión habría sido provocada por su padrastro, que aprovechando la ausencia de su concubina agredió físicamente a la menor.
Al parecer, este tipo de agresiones físicas vienen sucediendo desde hace un tiempo, no sólo con la menor sino también con la madre de la misma. Producto de ello, tomó intervención en el caso una asistente del Consejo del Menor, quien radicó la correspondiente denuncia en la Justicia que dispuso allanar la casa de la familia. De la requisa policial surgieron desagradables indicios de una conducta repudiable del padrastro. Mientras tanto, la menor sigue internada en el nosocomio público.