
En esa línea, graficó: “Como una comedia de enredos, uno de los protagonistas (Martínez Garbino) niega públicamente que vaya a votar al otro como gobernador mientras éste (Benedetti) asegura el resurgimiento de la UCR”.
Y agregó: “Rara y dolorosa boda política esta, donde uno sufre por negado y a su vez simula no ser negado mientras el otro goza con la indiferencia. Encima, la libreta que sella la unión parece perdida en el éter de lo inexplicable", agregó Delcanto sobre las alianzas locales.
Además, en declaraciones enviadas a ANALISIS DIGITAL, sostuvo: "Sino fuera porque lo que está sobre la mesa es el bienestar de los entrerrianos, lo de Benedetti sería pasto para las ácidas bromas de revistas como Barcelona o la vieja Humor. Como sucede en estos casos, es el único que parece no saber que está ocurriendo en su casa (Radical) cuando no está. Siendo Gualeguaychú su hogar político, al hombre le entran y salen extrañas sombras por la ventana".
"Para colmo de males, Benedetti asegura que el radicalismo hará lo imposible para que Alfonsín llegue, salvo en su casa radical de Gualeguaychú, donde el dirigente nacional no podrá levantarle la mano al candidato a intendente porque este proclama ser sólo de si mismo; o mejor dicho, fue de Pino Solanas, le sonríe a Binner, comparte asados con Duhalde, y ahora abre ventanas para que el viento de Cristina de le regale un soplo de rebote", ironizó el dirigente.
Por último, Delcanto expresó: "No existe una sola pintada con la sigla UCR o afiche alguno de los candidatos a gobernador o presidente en la ciudad. El ‘Color Gualeguaychú’ se lo devoró todo, en ese andar de lo intangible donde la dignidad y la historia se han rendido incondicionalmente".