Una noche hubo una riña en un boliche de Santa Elena, en la que un policía que hacía de seguridad en adicionales resultó golpeado. Se inició un sumario administrativo para determinar si las lesiones fueron o no en ejercicio de sus funciones.
El policía Antonio Miño apareció como testigo del hecho, sin embargo, luego dijo que la firma que figura en el acta de su declaración no era la suya. Por esto la fuerza inició un sumario en abril de 2005 contra Ruiz Díaz. Miño fue cambiando sus dichos en diversas declaraciones testimoniales y finalmente admitió que las rúbricas eran suyas.
En ese marco, el fiscal pidió la absolución de Ruiz Díaz y aprovechó para cuestionar las actuaciones realizadas en el Juzgado. Además, planteó que la supuesta falsificación de la firma no debió haberse judicializado, sino investigado en el ámbito administrativo interno de la Policía, consignó Uno.
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