El arranque del pleito fue todo Tatengue, que se mostraba muy afilado con Jorge Velázquez y Paulo Rosales en zona de ataque y adelantado en el campo frente a un local atónito. Y las emociones arrancaron temprano, cuando Danilo Gerlo cometió una mano en el área y, a los siete, Rosales definió a la izquierda de Cristian Campestrini para gritar el primer tanto desde los doce pasos.
El envión santafesino continuó buscando más, pero le falto puntería. Su asedio provocó un cabezazo en contra de Guillermo Burdisso que se fue apenas alto y otro de Juan Avendaño que tapó Campestrini. Hasta que, a los 20 minutos y sin haber hecho méritos, los del Viaducto encontraron la igualdad en su primera aproximación seria, con un cabezazo cruzado desde la izquierda de Cristian Trombetta.
En el complemento, sin embargo, Arsenal sí trabajó para merecer mejor suerte. Los de Frank Kudelka habían perdido el ritmo inicial y, con Juan Pablo Caffa y el incansable Mauro Óbolo, el dueño de casa empezó a merodear el área de Enrique Bologna. Lisandro López desperdició un cabezazo, y la visita respondió con un disparo de Velázquez que pegó en el palo.
Después, el local dominó en el medio sin pisar fuerte en los últimos metros, hasta que en el tramo final sí se decidió a ir por todo. Óbolo y el ingresado Emilio Zelaya le dieron trabajo a Bologna, hasta que a los 36’ el arquero quiso descolgar un centro, chocó con su compañero Juan Avendaño, se le escapó el balón y Óbolo, siempre atento, disparó a la red.
En el epílogo, otro ingresado en el Tatengue, Juan Pereyra, remató afuera en la última chance, y Unión se quedó con las manos vacías. Arsenal consiguió así su primer triunfo como local en el certamen y un premio algo excesivo, pero que le vale para su otra lucha, la de alejarse de la zona de Promoción.