En los primeros minutos del cotejo, fue Camba Cuá quien se paró mejor en la cancha de reducidas dimensiones, teniendo el manejo de la pelota con un buen trabajo en la zona media de Lescano, que se hizo dueño esa zona al ganarle el duelo a Lencioni, y Luque y Romero se encargaron de generar el juego ofensivo principalmente por el sector izquierdo, en donde Acosta no cubría bien y quedaba solo Barrientos para contrarrestar la ofensiva.

Un tiro libre de Romero que dio en el travesaño, un cabezazo de Casals que se fue cerca del palo izquierdo del arquero Vergara, y otra de Casals definiendo apenas desviado al aprovechar un mal cálculo de Galli al querer despejar el balón en su área, fueron las opciones de riesgo del dueño de casa en media hora de juego.

Mientras que por el lado del Decano, Todoro tenía buenas intenciones pero no encontraba socio para generar peligro porque Acosta no estaba en su tarde y se insistió mucho con los pases en profundidad verticales, cuando el técnico Veronesse les pedía insistentemente que metieran en diagonal porque la defensa santaelenense se paró en línea.

Prácticamente sin tener chances claras de gol, la visita encontró la apertura del marcador a los 31’. Jugada individual de Ávila por derecha, que metió centro al área y Cabral le bajó la pelota con la cabeza a Acosta, que haciendo una media tijera venció la resistencia del arquero Núñez y pegó el primer grito de la tarde.

A partir de la conquista, el Rojiblanco fue creciendo en su juego y empezó a justificar el marcador que a esa altura era inmerecido. Un remate de Todoro -salió lesionado a los 41’- de afuera del área se fue muy cerca del palo izquierdo, y en la última del local con un tiro libre de Romero pudo estar el empate, pero el cuidapalos del Gato desvió la pelota al corner.

En el complemento dentro de un trámite vibrante e intenso, Paraná pudo hacer su juego porque Lencioni empezó a ganar en el medio, Ávila desequilibraba por derecha, Acosta con más protagonismo inquietaba por izquierda, y Alzugaray se encargaba de abastecer a los delanteros Cabral y Lazaneo, aunque éste no fue incisivo en sus intervenciones.

En 15’, Paraná elaboró más chances de gol que en todo el primer tiempo. Y así la segunda conquista no tardó en llegar. Jugada de pelota parada, centro de Alzugaray al segundo palo y allí solo apareció Galli para empujar la pelota a la red con la cara interna de su pie derecho, a los 16’.

Con este tanto el Decano empezaba a sentenciar la historia, porque Camba Cuá si bien ofrecía resistencia ya no encontraba los espacios para entrarle al rival. A los 22’ un disparo de Simón que rozó el palo izquierdo fue una llegada de riesgo, y a los 25’ hubo otras tras un tiro libre de Zavala, que el defensor Sosa rechazó al corner cuando el balón tenía destino de red.

Sobre la media hora de la segunda parte llegó la lluvia torrencial y enseguida el campo de juego se transformó en un chiquero. El partido se hizo deslucido y cada pelota se luchaba como si fuese la última. A pesar de la ventaja, el Decano no renunció a la ofensiva y Alzugaray metió un centro preciso a la cabeza de Cabral, quien sin marca dentro del área concretó y cerró la cuenta a los 38’.

Para el final, un penal que el árbitro Sandoval sancionó para el dueño de casa por una falta dentro del área y el delantero Casals se encargó de la ejecución, pero su remate se fue afuera.

Fin del primer chico en Santa Elena y una buena diferencia de 3-0 para el Gato que esperará la revancha con mayor tranquilidad, señala El Diario.