Pobre. Así se puede catalogar la producción que tuvo ayer Atlético Paraná en su cancha ante Textil Mandiyú de Corrientes. El equipo paranaense encontró en pocas ocasiones la fórmula para romper el cerco defensivo del rival, mostró errores en defensa que le costaron caro y se acordó tarde de ser más ambicioso. Precisamente lo hizo cuando ya estaba abajo en el marcador, en los últimos 10 minutos del juego, donde generó tres situaciones claras de gol. Entre ellas estuvo un penal que Fernando Benítez marró, desperdiciando así la chance de por lo menos rescatar un empate en el Pedro Mutio.
Es un hecho que el Algodonero se llevó un premio excesivo. No hay dudas de eso. Pero también es cierto que el Decano no tuvo la claridad de otros partidos para vulnerar a la visita.
El encuentro tuvo un primer tiempo que mostró pocas acciones de peligro frente a los arcos. Arrancó mejor el local, mostrando una salida clara de Martín Galli por el sector derecho. Precisamente, un desborde del defensor, combinándose con Fernando Benítez, dejó solo para la definición a Matías Benítez que remató desviado.
Fue la única jugada clara que tuvo el local en el período inicial. Es que el equipo de Edgardo Cervilla chocó contra la buena defensa de Mandiyú y contra las imprecisiones que mostraron los jugadores a la hora de trasladar la pelota.
Lo más claro fue el dinamismo que imprimía Pablo Vercellino desde el mediocampo, pero nada más. Para colmo, el local sufría atrás. Un tiro libre de Nicolás Ledesma que devolvió el travesaño, un cabezazo de Cristian Romero que se fue desviado y una tapada salvadora de Iván Baigorria ante la entrada de Claudio Santa Cruz mostraron que el Decano tenía desatenciones en el fondo. En los minutos finales, el Gato apretó el acelerador pero careció de profundidad.
La imagen de Paraná no cambió en el complemento. Por eso, Cervilla movió el banco antes del cuarto de hora y metió a Martín Erramuspe por un intrascendente Bulay. Después, al ver que no encontraba el camino al gol, el entrenador metió a la Flaca Córdoba por Ekkert (de flojo partido) y soltó a Gustavo Trinidad. Pasando la media hora lo tuvo Vercellino con un remate que se fue apenas desviado.
Del otro lado, en la visita seguía creciendo la figura de Francisco de Souza. Precisamente, el 10 fue el autor de la jugada que derivó en el tanto de Mandiyú. Desbordó por derecha y mandó un centro preciso que terminó en la cabeza del ingresado Sergio Cortéz. El delantero definió solo ante un Baigorria que poco pudo hacer para evitar la caída de su arco.
El local asimiló rápido el golpe y llamativamente, en desventaja, se vio otro equipo. Atlético Paraná acorraló a la visita, pero no lo hizo con pelotazos, sino con un juego asociado y con paciencia. Así llegó un córner que derivó en el penal: cayó Galli dentro del área y el árbitro Gonzalo Ferrari marcó la pena máxima.
El Tincho Benítez, que después desperdició dos claras bajo los tres palos, se hizo cargo de la ejecución pero su disparo esquinado se fue afuera. No era la tarde del goleador, y tampoco la de un Paraná que fue tibio y errático en defensa, señala Uno.
Foto: Uno.