Causa Benedetich: declararon empleadas de la casa, compañeras de trabajo, amigas y la hija de Rivas

De ANALISIS DIGITAL

Según el cronograma de expositores, este jueves debía declarar en primer término la hija de Liliana Rivas, Daniela Acosta, pero ante el público presente, la joven de tan sólo 19 años se quebró y no pudo responder a las primeras preguntas que le formularon. Si a lo largo de las tres audiencias anteriores Rivas se mostró serena, frente a la chica no pudo contener la congoja y derramó algunas lágrimas, pero minutos después se recompuso.

Así, el primer turno fue cedido a Sandra Godoy, amiga de la imputada. La mujer relató que vio a la pareja el mismo día del homicidio. Reconoció que después del hecho, la viuda cambió la versión sobre lo sucedido pero aseguró que nunca exigió mayores explicaciones. Dijo que si bien tenían “peleas normales por reclamos monetarios”, Liliana “amaba muchísimo a su marido y lo cuidaba”. También agregó que ambos transitaron por una terapia psicológica, a raíz de “algunos problemitas que tenía Sofía”, y que durante ese período, Rivas le confesó que la profesional deslizó la posibilidad de que Enzo mantuviera “algún encuentro homosexual”.

Nélida Margarita Tafarel al igual que Norma Alejandra González y María Soledad Penaso, fueron quienes se desempeñaron realizando labores domésticos en la casa de los Benedetich. La primera de las trabajadoras, relató que en varias oportunidades tuvo que limpiar restos de ropa quemada. “Ella -por Liliana- estaba todo el tiempo persiguiéndolo, lo llamaba constantemente. A veces, yo veía como por algo insignificante le hacía un problema a Longa -tal como algunos allegados nombraban a Enzo-, muchas veces esas discusiones desencadenaban en que le quemara la ropa”, graficó la mujer. Además, sostuvo que Rivas “era muy celosa y posesiva”. Añadió que en alguna oportunidad encontró objetos que denotaban “trabajos de brujería sobre Benedetich”. Esa misma versión fue ratificada minutos más tarde por otra de las empleadas. También certificó que Liliana poseía un bidón de nafta en el baúl de su auto “para prenderle fuego al flaco si lo encontraba con Yanet -novia temporal de Benedetich-”.

Por otro lado, González subrayó el carácter obsesivo de Rivas para con su marido. “En alguna oportunidad ella me pidió que observara si Enzo fumaba, si comía bien, si descansaba, si se bañaba”, ejemplificó. Asimismo, señaló que también tuvo que asear “restos de quemazón”. En tanto, Penaso dio cuenta de que trabajó menos de un mes en la casa, en agosto de 2009. Dijo que abandonó el empleo porque “tenía problemas personales”. Sin embargo, contó que Rivas interpretó que Enzo la acosaba. “Un día me llegó un mensaje del señor diciéndome que me había equivocado con él, que no me quería levantar, pero en realidad siempre tuve claro eso. Él me trató con mucho respeto”, remató.

“Ella me pidió que vigilara a Enzo”, confesó el remisero de la familia

Claudio Javier Sosa se desempeña como remisero de Liliana Rivas. El hombre contó que presta sus servicios a la mujer desde hace cuatro o cinco años. “Cuando estaban casados, ella me pidió que la mantuviera al tanto de dónde estaba el Flaco. Una vez la llamé y le informé que había visto entrar el auto de él a un motel. En otra oportunidad, lo seguimos hasta San Benito, pero no pudimos establecer bien a dónde fue, Liliana quería saber si salía con otra mujer o con un muchacho”, acotó. Si bien Sosa realizó en repetidas oportunidades tareas de vigilancia, nunca cobró más que los viajes.

También dio cuenta de las refacciones de albañilería que se realizaron en la casa de los Benedetich. Dijo que ingresaba al domicilio donde charlaban y tomaban mate. Incluso, antes del asesinato visitó la finca “tres o cuatro veces”.

El testimonio de las compañeras de Rivas

Ivana Marianela Tosso, empleada de la Empresa de Energía de Entre Ríos (Enersa) y compañera de Rivas, contó que supo del homicidio al día siguiente, oportunidad en la que hicieron “una cadena telefónica” entre conocidos de la empresa “para acompañar a Liliana”. Aseguró que “en el velorio recibimos de boca de ella la primera versión de los hechos”, y añadió que vio a Rivas “angustiada y shockeada” por lo sucedido.

Por otro lado, Laura Yanet Daw Acevedo, ex amiga y compañera laboral de la imputada, deslizó que conocía los conflictos de la pareja. “Fui amiga de Liliana mientras nos desempeñamos en el mismo sector, después fuimos perdiendo el contacto. Sin embargo, cuando compartíamos horas de trabajo, ella se mostraba muy celosa de Enzo. Decía que era vago y que tenía problemas de dinero. Siempre estaba pendiente de él, es más, me parecía que ella estaba obsesionada con él”, relató.

En otro tramo, reveló: “Cuando Liliana cambió el relato de lo sucedido, le pregunté por qué había mentido y me contestó que fue porque tenía miedo de la persona que los había asaltado. Pero esa explicación no me satisfizo, todavía me hago la misma pregunta”.

También prestó declaración Carolina Romero, vecina de la pareja quien sólo reconoció que la mujer le vendía ropa por catálogo, pero dijo que no conocía la relación de pareja. Asimismo, se la interrogó sobre el período en que los Benedetich realizaron trabajos de albañilería, pero Romero no pudo dar mayores precisiones.

Durante el lapso de 50 minutos aproximadamente, testificó Daniela Acosta y Carina Marcela Schwab, psicopedagoga de Sofía, única hija del matrimonio. El debate con estas dos mujeres se realizó a puertas cerradas para conservar la intimidad de la primera declarante. En el caso de Schwab, el relato fue secreto profesional.

El hecho

Enzo Benedetich fue asesinado de cuatro balazos durante la noche del sábado 26 de septiembre de 2009 en la capital provincial. El ex basquetbolista estaba en el interior de su automóvil junto a su pareja, la principal testigo del hecho, hasta que se contradijo en el relato sobre lo sucedido. Fue así como personal de criminalística comenzó a sospechar.

Durante el inicio del proceso hubo otros hechos de relevancia como la muerte del policía Flores (que se instruyó en una causa paralela que concluyó en que el agente de seguridad se habría suicidado), quien era un amigo de la pareja y aparentemente habría mantenido una relación sentimental con Rivas.

(Foto: ANALISIS DIGITAL)

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