La promoción que lanzaron las principales tarjetas de crédito a fines del año pasado, de planes de compra en tres y seis cuotas sin interés, llegó a su término. Ahora los bancos cobrarán a los comercios un interés de 6 por ciento para la financiación de los planes en tres cuotas, de 12 por ciento para los pagos en seis cuotas y del 19 por ciento para el pago en 12 cuotas. El nuevo sistema generó diversas repercusiones entre consumidores y vendedores.
A la hora de vender, algunos comercios decidieron mantener los programas de cuotas sin interés y absorber el aumento de las tasas al menos hasta tres cuotas con el propósito de mantener la cantidad de ventas. Esto se observa sobre todo en rubros de tienda.
Las grandes cadenas de supermercado y artículos electrodomésticos con presencia en el ámbito nacional – y con sucursales en la ciudad– confirmaron que trabajarán con las mismas promociones sin interés. Es decir las empresas se harán cargo de los intereses en todos los planes (tres, seis y 12 cuotas). En tanto el pequeño y mediano comerciante no podrá conservar los mismos precios con tarjetas y trasladará los intereses al consumidor.
Variada oferta
Las grandes cadenas comerciales de venta minorista reemplazarán a los bancos a la hora de financiar a los consumidores. A partir de ahora las principales tarjetas de crédito volverán a cobrarles intereses a los comercios para financiar las compras realizadas con sus plásticos.
Ante este panorama el comercio manejará su estrategia de venta de acuerdo a sus posibilidades económicas. Según una consulta realizada por Uno en rubros como calzado, tienda, música, computación y blanquerías las ofertas son variadas a la hora de comprar. Algunos decidieron mantener la promoción de tres cuotas sin interés, otros extendieron el pago hasta 6 cuotas a precio de contado. Mientras que en otros comercios las ventas ya tienen otro precio a la hora de pagarlas con tarjetas.
Alfredo Caino, presidente de la Asociación Pequeños y Medianos Comerciantes (Apyme) descartó la posibilidad de que se tome una decisión unánime a la hora de vender. En este sentido señaló que cada comercio trabajará con una metodología diferente de acuerdo a sus posibilidades económicas. “Por ejemplo, en el caso de mi negocio, prefiero vender contado efectivo y a mejor precio que dar cuotas de interés prolongadas”, contó.
Entre las cadenas de venta de electrodomésticos la coincidencia es casi unánime y las grandes empresas del rubro informaron que absorberán los costos de financiar a los consumidores, con el objetivo de no perder los clientes que tanto les costó recuperar después de dos años de ventas en picada. En el ámbito nacional varias cadenas de supermercados (con sucursales en Paraná) señalaron que aún estudian cuáles van a ser sus próximos pasos, aunque no descartan mantener las compras en cuotas. Así las cosas, las nuevas normas de venta en la capital de la provincia prometen modificar las costumbres de consumo de los paranaenses que vuelven a tener la obligación de pagar más por comprar a plazo.