“A partir de la habilitación de los tramos de autopista, disminuyeron los accidentes frontales que se producían mucho en el área de Perdices, Ceibas; pero surgió el problema de los despistes por alta velocidad, principalmente en los días de lluvia”, planteó el comisario Maslein en declaraciones al programa Fuera de Juego (Canal 4 – Gualeguaychú).
El director de Prevención y Seguridad Vial de la Policía cuantificó que a mayo de 2010, se habían producido 58 víctimas fatales en ruta; en tanto que al día de hoy, el número asciende a 47; lo que evidencia una disminución significante. “Ayuda la infraestructura, creo que hay un poquito más de conciencia, se profundizaron las campañas de consejos viales, los controles de alcoholemia han ayudado mucho”, destacó el funcionario, aunque consideró de todos modos, que todavía “hay mucho para trabajar y seguir mejorando”.
Al respecto, Maslein precisó que la repartición que encabeza se encuentra abocada principalmente a operativos de controles viales. “Si bien la cantidad de accidentes y víctimas ha descendido, acorde a los últimos cálculos, sigue haciendo falta mayor conciencia, mayor educación de los conductores -que debería traer desde edad temprana-, y mayor control al otorgarse la licencia de conducir, que no sea sólo un trámite administrativo porque quien conduce un vehículo tiene que ser consciente que maneja un arma, que puede matar a alguien por una mala maniobra o por una negligencia”, profundizó el comisario.
En ese punto, señaló que la dirección cuenta con 17 puestos fijos distribuidos en las rutas que cruzan la provincia, pero que también trabaja con puestos móviles, dentro de la jurisdicción de cada pueblo. Dijo que la cantidad “es suficiente” y atribuyó los mejores resultados a los operativos sorpresas que se llevan a cabo mediante los puestos móviles. “Usamos como base a los puestos fijos, mientras que se despliegan operativos diarios en distintos horarios y distintos lugares”, acotó.
Asimismo, rescató la utilidad del sistema de radares. “Sirve. Las causales de accidentes de tránsito son más que nada por exceso de velocidad y adelantamiento indebido, y estos son tomados por los radares”, marcó.
En cuanto a las imprudencias de los conductores, Maslein sostuvo que sigue siendo una pelea diaria el uso de cinturón. “Hay que hacerle entender a la gente que ir adentro de un vehículo es como ir adentro de una caja de zapatos, sueltos, y que ante un despiste o cualquier imprevisto, lo primero que ocurre es el despido del ocupante”, insistió y añadió: “Las estadísticas por víctimas fatales son altas. Muchos dicen ‘es mi vida’, pero no tienen en cuenta que hay que efectuar el rescate, trasladar al hospital y todo eso es gasto del Estado”.
Similar situación se vive por la resistencia al uso de casco en motocicletas, negligencia a la que el funcionario atribuyó “el muy elevado índice de accidentes fatales en moto”.
Multas, recaudación y destino
Maslein explicó que la Ley de Tránsito diferencia entre faltas leves -no llevar puesto el cinturón de seguridad, circular con exceso de velocidad, etc.- y faltas graves graves -como conducir alcoholizado-; y manifestó que una multa va desde $130 (30 unidades fijas) por falta leve, hasta $1200 por una falta grave.
Sobre el particular, acotó que lo que se recauda desde la Dirección de Seguridad Viale, que ronda los $200.000 mensuales, “ingresa a una cuenta de la Jefatura de la provincia y es utilizado para solventar gastos operativos, de uniformes, combustible”.
”Piratería 0”
El comisario recordó que años atrás se trabajaba intensamente en el control de la piratería del asfalto. “Lo que más se daban eran robos de carga, principalmente internacionales”, dijo y agregó que “actualmente no se dan este tipo de hechos”. “Igual tenemos que estar atentos y preparados”, marcó y asentó: “Hoy podemos darnos el lujo de decir que Entre Ríos tiene piratería cero en sus rutas en cuanto al robo de cargas”.
Capacitación del personal
Maslein fue contundente en la concepción sobre que “el personal que está hoy en día en la ruta tiene que ser el más preparado de la repartición, porque continuamente está tratando con situaciones complejas, adversas”. “Todo el tiempo está ante la tentación del arreglo o tiene que saber cómo desenvolverse”, recalcó.
A propósito de ello precisó que “desde la Escuela de Policía se da una orientación vial al personal” y que “después la capacitación es continua, a través de distintos cursos: sobre transporte de carga, transporte de pasajeros, idiomas, aspectos jurídicos”.