Desde el inicio, Rosario Central salió con la idea de presionar y evitar la salida de San Lorenzo, que intentó ocupar el rol de protagonista. La realidad es que ninguno de los dos equipos se encontró en situación de poder ocupar ese papel.
La intención de atacar por las bandas en el equipo rosarino se vio apenas reflejada en los intentos de Vergara, sumado a que tampoco hubo claridad en el manejo de la pelota parada por parte de Leonardo Gil, el equipo anfitrión tuvo más problemas de generación que los esperados.
Los de Jorge Almirón tampoco brillaron por su fútbol y quedó evidenciado que la superpoblación de mediocampistas no era suficiente para garantizar el buen uso y manejo de la pelota. Así pasaron unos 45 minutos carentes de chances de gol y de buen fútbol.
En el complemento si mejoró un poco el partido. Ambos equipos intentaban jugar más cerca del arco rival y en ese contexto empezaba a notarse la falta de precisión para dar la puntada final a las jugadas.
Con mayor intensidad y ya con el ingreso de Néstor Ortigoza, el equipo rosarino dio una clara señal de mejoría y llegó más fácil al área del Ciclón. Es así que tuvo una clara a los 31 cuando llegó un gran pase de Ortigoza para el entrerriano Fernando Zampedri, que consiguió retener la pelota, remató cruzado y se encontró con un atajadón de Sebastián Torrico en su regreso.
En los últimos minutos ambos equipos tuvieron chances claras. Los de Almirón lo tuvieron en los pies de Román Martínez, Marcelo Herrera y una contra mal resuelta por Salazar, mientras que el local pudo haberlo ganado en alguna incursión al área de Becker, no obstante, sobre el final llegó el gol.
Un pase profundo por la derecha encontró el buen pique de Salazar y esta vez el colombiano no se equivocó en el pase al medio que llegó a la posición exacta de Nicolás Reniero. El Principito no se equivocó y de derecha estableció el 1-0.
San Lorenzo lo ganó en el final y celebró una victoria que corta una racha de encuentros sin ganar en la Superliga.
Fuente: La Capital. Foto: TyC Sports.