Bordet recibió a los familiares de los desaparecidos Julio Solaga y Sixto Salazar, y a miembros de la Comisión por la Memoria de esa ciudad. En la ocasión expresó su compromiso de acompañarlos en el juicio. “El próximo 27 de julio finalmente se sentarán en el banquillo los acusados, los responsables directos e indirectos de la desaparición de personas y secuestro de muchos concordienses”, manifestó.
Por su parte, José Salazar, hijo de uno de los desaparecidos, expresó: “Yo todavía estaba en la panza de mi madre cuando lo secuestraron a mi padre. Pasaron tantos años... Hoy es un momento muy emotivo para nuestras familias, todos los días de mi vida he vivido con esto, es un momento muy fuerte para mis hermanos y mi madre que sufrió toda su vida desde el secuestro de mi padre, es difícil de explicar. Por un lado nos pone contentos que los genocidas estén sentados en el banquillo de los acusados, por el otro lado tenemos el vacío de no tener un lugar donde ir a llevar una flor. No tenemos nada. Si la justicia puede caer con todo el peso a un ladrón de gallinas, me parece perfecto que le pueda caer con todo el peso a los genocidas que asesinaron a los compañeros”.
El Tribunal Oral Federal de Paraná juzgará los crímenes de lesa humanidad cometidos en Concordia y Concepción del Uruguay. Además de Harguindeguy, están imputados Ramón Genaro Díaz Bessone –comandante del Segundo Cuerpo del Ejército desde el 3 de setiembre de 1975 hasta octubre de 1976–; el ex jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 6 de Concordia, Naldo Miguel Dasso; Francisco Crescenzo, oficial de la delegación Concepción del Uruguay de la Policía Federal; Juan Miguel Valentino, jefe de Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada II de Gualeguaychú, entre diciembre de 1974 y diciembre de 1976; y Julio César Rodríguez, suboficial de la Policía Federal uruguayense en 1976, publicó Uno.