El Papa fue consultado sobre si existe una jerarquía de valores que hay que respetar en la gestión de lo público, y ha especificado que hay que "tutelar siempre el bien común" y que esta es "la vocación del político" que incluye "la custodia de la vida y su dignidad".
"No digo que sean todos corruptos, pero creo que es difícil permanecer honestos en política”, aunque matizó que hay personas que quieren hacer las cosas "claras" pero que encuentran "dificultades" y es como si fueran "fagocitadas por un fenómeno endémico, a mucho niveles transversal", porque las presiones hacia "una cierta deriva moral" son más "fuertes", según subrayó al diario italiano Il Messaggero.
Francisco dijo que "tantos malos crecen" en momentos de "cambios de época" como el que vive hoy el mundo, porque son momentos en los que se "alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social".
Al ser consultado sobre una publicación en la revista británica The Economist en la que se lo calificaba como "un leninista" por cuestionar el capitalismo, Jorge Bergoglio afirmó que los comunistas "le robaron la bandera de los pobres a los cristianos", porque la pobreza está "en el centro del Evangelio". "Los comunistas dicen que todo esto es comunista, sí como no, 20 siglos después. Entones cuando hablan, se podría decir: «¡ustedes son cristianos!»", explicó, según reprodujo La Nación.
Por otra parte, el Papa condenó la prostitución infantil y recordó que cuando vivía en Buenos Aires sintió "dolor" al enterarse de que había chicas de 12 años que se prostituían en las calles de la ciudad. "Me informé y efectivamente era así. Me provocó dolor. Pero más me dolió ver cómo autos conducidos por ancianos se detenían ante las niñas para pagarlas 15 pesos, que después usaban para comprar droga (...). Para mí, esos ancianos también son pederastas", afirmó.
Bergoglio mostró su preocupación por la caída de la natalidad en Europa, un continente que, a su juicio, parece haberse "cansado de ejercer de madre y prefiere hacer de abuela". "El otro día leía una estadística sobre los criterios de compra de la población a nivel mundial. A la alimentación, la vestimenta y la medicina le seguían la cosmética y los gastos para los animales", señaló.
Francisco reconoció que el papel de la mujer -"la cosa más bella que Dios ha hecho"- en el seno de la Iglesia no ocupa el lugar que le corresponde aunque aseguró que actualmente la Iglesia trabaja sobre la teología de la mujer.