La máquina que terminó destruida en toda su parte motora es una General Motors G22- 0W, que había sido incorporada entre 1981 y 1982 a los entonces Ferrocarriles Argentinos y luego pasó a manos de ALL.
En declaraciones a Diario Río Uruguay, Aba indicó que además de viajar sobrecargadas y exigidas en toneladas, “estas unidades hacen muchos kilometrajes, no paran, no se les hace la limpieza ni el mantenimiento que corresponde y se tiene que corregir este tipo de cosas, porque no es la primera vez” que termina en un incendio.
Consultado sobre por qué no se realiza el mantenimiento, el dirigente subrayó que “es una limpieza que se debería hacer en los lugares con lavaderos autorizados, pero las máquinas tienen poco tiempo de permanencia en las estaciones y después se terminan produciendo estas cosas”. En ese orden, alertó que si se sigue “en estas condiciones, no habrá más transporte para la carga”.
Foto: Diario Río Uruguay