Se ratificó, en tanto, la voluntad de Cristina Fernández de continuar monitoreando la gestión desde Olivos sin regresar oficialmente a la función antes del 24 de este mes, aunque sigue de cerca el desempeño de Boudou, que procura resaltar lo menos posible y mantiene escasa actividad oficial, desde el primer piso del Banco Nación donde instaló sus oficinas.

El vicepresidente se reunió el viernes 13 de enero con el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri , con quien analizó las secuelas de la sequía.

Optimista

Por su parte, el senador oficialista y ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, comentó ayer que habló con Cristina y la notó “muy bien de ánimo y con todos los cables enchufados”. El senador también defendió al médico presidencial Luis Buonomo, blanco de críticas por el informe inicial que habló de la presencia de células cancerígenas, que luego se descubrió que no eran tales. “Yo sentí que se había hecho lo que correspondía, lo que ha hecho Luis (Buonomo) en este caso es poner las cosas sobre la mesa”, resaltó Fernández.

El ex jefe de Gabinete respaldó al jefe de la Unidad Médica presidencial, luego de la polémica que desató que la información oficial brindada en un primer momento sobre la enfermedad de la mandataria no contemplara la posibilidad de un “falso positivo” en lo que parecía ser diagnóstico de cáncer.

En la última aparición pública la Presidenta, el 28 de diciembre de 2011, en un acto en la Casa de Gobierno, hizo anuncios de refinanciación de deudas de las provincias y se refirió a la operación que se le practicaría a la semana siguiente: “Voy a pelear la presidencia honoraria del congreso de los que vencieron al cáncer”, dijo, en una broma sobre la propuesta del venezolano Hugo Chávez.

Tras esas palabras, la operación, el “falso positivo” y la controversia, la jefa del Estado no volvió a aparecer en público. La mandataria sólo empleó las redes sociales para comunicarse, desde donde agradeció el sábado pasado las “muestras de afecto” ante la operación que se le practicó en el Hospital Austral, y luego, el miércoles último, posteó: “A una semana de la intervención quirúrgica, en franca recuperación”.

Si bien había trascendido que Cristina Fernández podía llegar a viajar a El Calafate a continuar su recuperación, por ahora se mantenía en la Residencia de Olivos, junto a sus colaboradores más cercanos, entre ellos sus hijos Máximo y Florencia Kirchner.

Elogios para Máximo Kirchner

Con su habitual verborragia, el senador nacional Aníbal Fernández elogió a Máximo Kirchner, hijo mayor de la presidenta Cristina Fernández. “Es un argentino y un militante del movimiento nacional peronista que se ha ganado el derecho de opinar tantas veces como nosotros, que integramos este proyecto político. No creo que tenga ninguna otra cosa adicional desde ese punto de vista. Es un pibe de un nivel de ubicación superlativo al que nunca le escuché decir estupideces”, dijo el ex jefe de Gabinete.

En los últimos días, con la enfermedad de la Presidenta, distintas fuentes del Gobierno admitieron que el hijo de Cristina Fernández había levantado su perfil e influía en las decisiones que tomaba el Gobierno nacional, informó DYN.