Como juez Correccional durante un largo período tuvo causas de alto impacto mediático como la desaparición de Bruno Gentiletti, un domingo 2 de marzo de 1997 en el balneario La Florida. El niño (de quien no se supo más nada) tenía 8 años y había llegado a Rosario junto a sus padres y hermanos desde Las Rosas.
Por aquel entonces era secretario de su juzgado el hoy juez Correccional de Casilda, Carlos Pareto. “Tenía diálogo permanente. No sólo una amistad muy profunda, sino un gran aprecio por él y su familia. Ayer mismo (por anteayer) estuve a su lado. Es una enorme pérdida, de un hombre frontal, dedicado y de una enorme honestidad. Sorprendió a todos cómo se desató la enfermedad. Todavía estamos muy conmovidos, pese a que notábamos un deterioro muy grande en su salud”, afirmó el magistrado.
“Nunca quiso ser un defensor de oficina. Comprometido con los problemas de la gente, sabía escuchar”, lo recordó también el vicegobernador santafesino, Jorge Henn.
Bistoletti Integraba en la actualidad el buró del Instituto Internacional de Ombudsman (IOI, por sus siglas en inglés), en representación de América Latina; era el delegado de la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina –ADPRA- ante la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) y miembro de la directiva del Instituto Latinoamericano del Ombudsman (ILO), consignó La Capital.
También fue secretario de la región Centro de los defensores del Pueblo, que agrupaba a las defensorías de las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Luciano Leiva, defensor adjunto para la zona Norte de la provincia de Santa Fe, y Analía Colombo, defensora de los Niños, Niñas y Adolescentes, quedarán a cargo de la conducción de la institución.