Tanta expectativa para tan poco fútbol. La pelota “rodó” sólo durante nueve minutos en La Bombonera porque el diluvió que azota a la Capital Federal obligó a la suspensión del clásico entre Boca y River.
Ya antes del partido había dudas sobre su normal desarrollo, pero Héctor Baldassi decidió comenzar el juego y evaluar durante los primeros minutos cómo respondía el campo de juego. Como la tormenta no menguó, el árbitro decidió interrumpir el juego luego de evidenciar sobradas muestras de que así no se podía seguir.
Durante el mini-partido no hubo situaciones de gol, los arqueros prácticamente no tuvieron contacto con el balón y hubo varias entradas a destiempo a consecuencia del campo resbaloso, señala TyC Sports.
Foto: Imagen televisiva.