Bravi se mostró tranquilo y esperanzado con resolver favorablemente la serie de playoffs de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay ante Racing de Olavarría, en el marco de la tercera fase del Torneo Argentino B. El DT del Lobo señaló tener “una fe bárbara" en su equipo, que este miércoles abrirán la llave en condición de local.

“Estos dos partidos los utilizamos para completar con cinco amarillas y para que se llegue lo más fresco posible a los playoffs. Este no es un plantel muy largo y tenemos puestos con muchos jugadores y otros donde no tenemos por lo que tenemos que llegar con el tanque lo más lleno posible”, comentó el entrenador en diálogo con LT11.

Sobre el adversario que deberán enfrentar en esta tercera etapa de la temporada, el entrenador del Mensana reconoció: “El rival no era decisión nuestra y si podría haber elegido lo hubiésemos hecho. Si tenía que decirle al Loncho Rodríguez que marre el penal para cambiar el rival, se lo decía”.

Pese a su optimismo, Bravi admitió las falencias que tuvo su equipo a lo largo del Endecagonal y llamó a “capitalizar los errores” cometidos en esa fase. “Este año entrenar es un placer y cada vez que se lo llamó a Gimnasia a responder en situaciones límites lo hizo. Pero también tengo que ser honesto y reconocer que en la primera etapa ganamos partidos de manera muy fina y en esta segunda etapa los errores no se perdonan. Ahora en los playoffs todos tenemos que capitalizar estos errores”, sostuvo.

Por otra parte, hizo alusión a las actuaciones de los réferis en los últimos compromisos de Gimnasia y fue crítico con la labor de los colegiados. “Hay un montón de fallos de los árbitros que nos perjudicaron y ojalá en lo que venga no se equivoquen siempre en contra nuestra, que se equivoquen parejo. Sabemos que estamos en desventaja pero es un partido de 180 minutos”, advirtió.

Por último, Bravi puntualizó sobre algunas falencias de su equipo, pero no ocultó la confianza que tiene en sus dirigidos para esta nueva instancia. “A nosotros nos cuesta mucho porque tenemos un fútbol atildado de mitad de cancha hacia adelante y nos cuesta meter la pelota, tenemos que sumar en cantidad y en calidad. Igualmente le tengo una fe bárbara al equipo y si fuera la NBA, donde tenés que jugar seis partidos, sería otra cosa pero esto es un partido de 180 minutos”, comparó.