De ANALISIS DIGITAL
Al cabo de 22 meses de debate y el desfile de más de 250 testigos, el Tribunal Oral Federal Nº 5 se expidió en la megacausa ESMA.
Los magistrados rechazaron en primer término los planteos efectuados por las defensas particulares de los genocidas. Las solicitudes referían a los pedidos de nulidad del proceso, la alusión al principio de cosa juzgada, y la extinción de la acción penal por amnistía, por prescripción y por extinción del plazo razonable en el proceso penal.
Luego el titular del cuerpo, Daniel Obligado, leyó el veredicto que encontró culpables de delitos de lesa humanidad a Astiz, Acosta, Cavallo y Donda, otorgándoles la pena prisión perpetua. También fueron condenados a la pena máxima Pernías, Scheller, Weber, Savio, Coronel, González, Montes y Rádice. En tanto, García Tallada y Fotea recibieron 25 años de prisión, Capdevilla 20, y Azic 18.
Pablo García Velazco y Juan Carlos Rolón fueron absueltos, pero seguirán en prisión por estar acusados en otras causas.
Astiz, bajo el seudónimo de Gustavo Niño, se infiltró en el grupo de las madres de desaparecidos en 1977 y marcó a las víctimas: entre ellas -que fueron torturadas en la ESMA y luego arrojadas vivas al mar- figuran la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon.
Estos crímenes fueron cometidos entre 1975 y 1983 y ya fueron denunciados en el histórico Juicio a los Comandantes, de 1985, aunque luego se declararon no punibles por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, anuladas en 2005, lo que permitió la reanudación de los procesos.