El escenario del partido era verdaderamente ideal para el local, porque por un lado se trataba del regreso oficial de Maximiliano Rodríguez, hijo pródigo del club, que prefirió volver a casa y postergar su continuidad en Inglaterra, y por el otro, estaban las tribunas colmadas que esperaban desatar una fiesta.
No obstante, en la “otra esquina”, Independiente tampoco se quedaba atrás en la previa, porque se jugaba una parada clave para espantar desde el vamos el fantasma del promedio, y además presentaba a varias de las incorporaciones de esta temporada.
Sin embargo, a pesar de los condimentos de uno y otro lado para ilusionar a los espectadores con un interesante espectáculo, el partido fue chato, trabado, sin ideas y con escasas situaciones de peligro.
La única clara de la primera parte, a los 22 minutos, la tuvo la Fiera Rodríguez, quien cabeceó solo tras un centro de Pablo Pérez desde la derecha pero sin dirección y la pelota fue a las manos de Hilario Navarro.
En la segunda parte, Newell`s se adueñó de la posesión del balón y fue mucho más ambicioso que su rival, que con el correr de los minutos se conformó con la igualdad y solo se dedicó a defenderse y buscar un gol de contra.
Justamente, en una de las pocas opciones de peligro, el defensor local Santiago Vergini encontró un rebote afuera del área, le dio de derecha, de volea y la pelota pasó a centímetros del travesaño. Nada más.
El resultado final terminó reflejando justicia porque ninguno de los dos supo hacer prevalecer su potencia ofensiva, a pesar de que el local fue algo más claro y generó mayor juego asociado.
Lo mejor de Newell`s fue Rodríguez porque le aportó dinámica y recorrido al equipo por la banda izquierda, mientras que Marcos Cáceres, el otro refuerzo que dispuso Martino en el campo, no desentonó.
No obstante, de los nuevos nombres que presentó Independiente, el más destacado fue Claudio Morel Rodríguez, quien mostró solidez en la marca. Los restantes refuerzos que fueron de la partida dejaron mucho que desear.
En la defensa, Cristian Tula estuvo impreciso y no mostró seguridad, mientras que en el medio campo tanto Víctor Zapata como Paulo Rosales no pudieron desequilibrar en todo el partido al igual que el entrerriano Luciano Leguizamón en el ataque, señala Télam.