Por Jorge Daneri
Todo el contexto privatizador y de construcción de una gigante hidrovía artificializando este río, con proyectos de decenas de represas hidroeléctricas apunta a un escenario de extractivismo de los bienes naturales sin límite, sin escrúpulos y sin respeto para con los rincones diversos de lo local y regional. Todo esto es liderado por el gobierno neoliberal existente, con la finalidad de profundizar el modelo minero, petrolero y de simplificación de la producción agraria de Colombia.
La denominada “Alianza del Pacífico” está contaminando con los peores instrumentos de los tratados de libre comercio a Chile, Perú y Colombia. En los escenarios existentes de los enormes impactos socio-ambientales que estos tratados producen, esta Alianza es insostenible en términos de legitimidad social, salvo para consolidar el retroceso a la conformación de un nuevo ALCA ahora para la Argentina, también.
Avanzar en esta lógica regional y global, atenta contra una de las buenas políticas del ex presidente Néstor Kirchner y el ahora reivindicado ex presidente Raúl Alfonsín, quienes pusieron freno oportunamente a los tratados de libre comercio con los Estados Unidos, luego consolidados con el intento de imposición del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Reeditar este debate es absolutamente innecesario, estratégicamente peligroso en términos de legitimación social y amerita la necesidad central de cuidar la política exterior del país desde una sana y transparente independencia o ejercicio de la soberanía nacional.
El radicalismo deberá poner límites al cuidado de su Plataforma Electoral histórica, y buscar que Cambiemos sea un cambiar hacia lo nuestro y construido colectivamente dentro de la coalición triunfante. De no ser así, la experiencia de la Alianza (2000, 2001), podrá ser un fantasma renaciente, que urgentemente se debe imposibilitar.
Es importante también leer a William Ospina en El dibujo secreto de América Latina, volver a la Doctrina del Shock de Naomi Klein; o revivir el mas que vigente texto de Eduardo Galeano con Las Venas Abiertas de América Latina para entender que la Sudamérica profunda está más viva que nunca, pese a tantas traiciones y dobles discursos y acciones concretadas desde el poder.
No debe ser un dato menor que la concertación política en el Congreso de la Nación, necesita de una finura y textura en la conformación de los equilibrios políticos, que parece en estas horas entrar en una dinámica más marcada por la agenda de algunos columnistas del Grupos Clarín y La Nación, que por la agenda de la coalición triunfante y su electo Presidente.
De ser así, sería demasiado grave. Que por el bien de los argentinos, así no sea y se puedan aprender la lecciones de aquella Alianza y comprender los peligros de esta otra, la del Pacífico.