Aunque es notorio el interés del gobierno en la reactivación del gasoducto entrerriano, el peso de la responsabilidad recae en Gas Nea, que es quien debe conseguir inversores. Si bien el convenio que inicialmente se iba a firmar el lunes 14 todavía está pendiente, el gobierno provincial tiene por cierto que finalmente se harán las inversiones a las que Gas Nea se comprometió. El lanzamiento del plan de obras se aguarda con expectativa dado que generaría unos 500 puestos de trabajo en las localidades involucradas, más allá del aporte sustancial a la economía regional que significa contar con semejante servicio.
Se trata del llamado “cierre sur” que enlazará las localidades de Galarza y Gualeguay y llegará hasta el Parque Industrial de Gualeguaychú. La inversión global, estimada en 80 millones de pesos, tiene dos etapas de ejecución: este sector del troncal y la ampliación de las redes domiciliarias hasta incorporar 46.000 usuarios en medio centenar de localidades.
Para Gas Nea, es fundamental consolidar el fondo fiduciario que está conformando para realizar un lanzamiento conjunto, vital desde el punto de vista empresario: la optimización de la actual prestación. Es que de los 70.000 potenciales usuarios sólo hay 23.000 conectados a la red. Conforme lo oportunamente conversado con el Gobernador, se procuraría fijar una cuota de financiación tal que al frentista no le signifique un gasto superior al que actualmente debe afrontar con el uso de la garrafa o el cilindro.
El convenio que sigue pendiente de firma comprometía al Estado a brindar “apoyo económico en el tema de la infraestructura” y a Gas Nea a realizar las inversiones, en un esquema según el cual la compañía se hará cargo del financiamiento a los clientes, mientras que para las obras de infraestructura compartidas deberá formalizarse un acuerdo especial.
De la inversión total prevista, Tamagno había garantizado que ya en junio podrían empezar a invertirse los primeros 40 millones y que el otro 50 % podría desembolsarse en el semestre siguiente.
Luego de la paralización de las obras, la salida de Gaz de France de la empresa, con la crisis desatada en 2001 y la irrupción del Federal incluida, el negocio pareció entrar en una meseta. Para “instalarlo” nuevamente, sabe Gas Nea que debe generar actos de trascendencia pública que impacten sobre los usuarios potenciales, estén residiendo en áreas servidas o en sectores que serán abastecidos en breve. El comienzo del nuevo troncal se inscribe en este contexto. Por eso, hasta tanto se complete la nómina de inversores, no puede atacarse un “nicho” de fenomenales perspectivas: sólo una tercera parte de los que tienen el ducto de la red domiciliaria frente a sus casas está conectada. Es decir, casi 50.000 usuarios tienen el gas natural en la puerta de sus propiedades y no lo usan. A ese mismo objetivo apuntaría la decisión de capacitar coprovincianos para que puedan ser empleados en los emprendimientos.
Salvo la ciudad de Paraná, la provincia de Entre Ríos es servida por Gas Nea, compañía que controla una empresa subsidiaria de la Federación de Luz y Fuerza y que cuenta con participación accionaria del Estado entrerriano.
Fuente: El Diario