Asimismo, las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte entre varones de 15 a 64 años, mientras que los tumores ocupan el primer lugar en el caso de las mujeres.
Mientras, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el ministerio de Salud de la Nación en 2005 y 2009 muestra una leve reducción del consumo del tabaco del 2,6 por ciento con respecto a 2005, y un significativo descenso de la exposición al humo del tabaco (11,6 puntos porcentuales).
Por ello, Tobar manifestó, a través de un comunicado enviado a ANALISIS DIGITAL, que "en las provincias que restringen el consumo del tabaco en bares y restaurantes la exposición al humo es menor". Por ejemplo, en Tucumán y Neuquén la exposición declarada es del 20 por ciento; en Córdoba del 35 y en Santa Fe del 40, mientras que en el resto de las provincias que no tiene legislación la exposición al humo supera el 40 por ciento.
La comparación de ambas encuestas también muestra un aumento en los controles de salud en la población. En 2009, más personas se controlaron la presión (2,7 por ciento), el colesterol (3,7), la glucemia (6,4) y se realizaron exámenes de PAP (8,9) y mamografía (11,7 por ciento).
Sin embargo, la alimentación evidencia resultados menos alentadores: se redujo levemente la ingesta de frutas y verduras y aumentó el uso de sal en las comidas. Además, se observa un incremento significativo de la baja actividad física, que en 2009 alcanzó al 54,9 por ciento de los encuestados.
Además, el estudio realizado por el Centro demostró que existen divergencias en la prevalencia de las causas de muerte entre los diferentes grupos de ingresos. En los estratos de menor privación -que comprenden a la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego- prevalecen las muertes por enfermedades cardiovasculares, los tumores y los padecimientos respiratorios. En ese sentido, la coordinadora del Programa de Salud de la entidad, Sofía Olaviaga, precisó que "estas causas explican casi del 80 por ciento de las muertes en las provincias más ricas".
En los estratos más pobres también priman las enfermedades cardiovasculares y los tumores pero con un peso relativo, porque todavía persiste un porcentaje significativo de muertes por enfermedades infecciosas y por lesiones.
Por otro lado, en 2008 la Argentina registró un índice de años potenciales de vida perdidos de 685,34 años cada 10.000 habitantes. Este indicador es ampliamente mayor en varones que en mujeres. Mientras, que los accidentes y otras causas de muerte violenta encabezan el fallecimiento prematuro entre los varones, las mujeres se ven afectadas principalmente por tumores.
Al referirse a los recursos, Tobar señaló que son muy reducidos: de los 132 mil millones de pesos que los argentinos destinaron a salud en 2010, solo 188 millones fueron dirigidos a acciones de promoción y prevención. Esto representa poco más de 15 pesos por habitante al mes. En ese orden, indicó que "ni en el sector público, ni en la seguridad social, ni en el sector privado se han incorporado aún incentivos adecuados para que los profesionales de salud se anticipen a la enfermedad y ayuden a combatir los riesgos".
Por último, el especialista sostuvo que "es un error frecuente asumir que la salud mejora construyendo más y mejores hospitales. Pero ante los nuevos desafíos, no hacen falta más servicios. Lo que necesitamos es cambiar la forma en que los argentinos producimos nuestra salud".