Por Luis María Serroels

Es menester recordar que en junio de 2009, el kirchnerismo sufrió una derrota de enorme significado, porque ocurrió a pesar de maniobras desesperadas: adelantamiento arbitrario de la fecha comicial, listas colectoras y candidaturas testimoniales que de nada sirvieron. Hoy, la taba se dio vuelta y cambiaron los roles de dos años atrás, una realidad que debe poarse sobre una meseta reflexiva tan pronto como termina el escrutinio definitivo, para imaginar diseños y programas abarcativos. La lucha de octubre, se sabe, tendrá como mayor objetivo la recomposición legislativa.

Cualquier vía de convivencia hubiese evitado que la prensa tuviese que ocuparse tanto de cuestiones que no tienen que ver con un programa de gobierno y sanos propósitos, sino con asuntos referidos a patrimonios personales en prodigioso crecimiento, carencia de diálogo y efervescencia permanente que surgía desde la Casa Rosada descalificando todo aquello que no coincidía con un pensamiento único.

Los sectores campesinos reaccionaron en marzo de 2008 frente a la pretensión de instalar un sistema de retenciones a la exportación que se consideró confiscatorio, más incómodo aún porque no devino de un pacto con las entidades sino que fue producto de una resolución ministerial ilegítima. Si entonces se hubiera concertado no sólo este aspecto de la comercialización de granos sino todo el conjunto de medidas que se requieren para una verdadera política de Estado que se afiance con el tiempo y crezca exponencialmente, hoy asistiríamos a una realidad muy distinta y promisoria.

Ello, mediante un diálogo sin desconfianza recíproca y con grandeza y realismo. Y hoy no se hablaría de una nación entre dos veredas con vencedores y vencidos. Si se respetara el federalismo -que es muchísimo más que montar un brioso corcel portando un asta con la celeste y blanca cruzada por una franja roja-, el campo recuperaría su protagonismo. Es que la reinstalación electoral de Cristina Fernández de Kirchner en zonas rurales impensadas, no por ello resuelve las graves dificultares subsistentes que a diario denuncia la dirigencia.

Hace un mes y medio Alfredo De Ángeli revelaba que el pueblo paga caro el pan, la carne y la leche por la política oficial, recordando que el sector ruralista continúa con los mismos problemas (citó que el trigo cuando se logra vender está al mismo precio que hace tres años, mientras que el pan triplica su precio al consumidor).

La cuestión es que debe diferenciarse la situación de los poderosos pool de siembra y exportación, de los productores pequeños y medianos sometidos a una política de comercialización en manos perversas. Los tamberos producen casi a pérdida y reciben por un litro de leche un valor que al arribar al consumido se encuentra triplicado. En tanto la carne roja sufre progresivos aumentos que la alejan de los bolsillos y la porcinicultura se ve afectada por la importación desde Brasil, debiendo agregarse situaciones desfavorables para otros importantes sectores productivos: citricultores, arroceros, algodoneros y tabacaleros que están haciendo oír sus demandas y llevan a sus dirigentes a una coincidente expresión: no tenemos respuestas a nuestros reclamos.

En nuestra provincia se anuncia que persiste el almacenamiento de 300.000 toneladas de trigo de la última cosecha (cuando ya está en marcha la nueva campaña), denunciándose que el último cupo para exportación fue insuficiente y sólo beneficia a un puñado de cooperativas, dejando fuera a numerosos productores. Paralelamente se reveló que en Entre Ríos, la intención de siembra para la campaña 2011/2012 del girasol, sufrirá una disminución que oscila entre 45 y 50 por ciento. Se atribuye esta caída, a la plaga de las aves que diezman el grano, la baja de las cotizaciones y los cada vez mayores costos para encarar las labores de producción.

En medio de este cuadro que debería despertar una mayor atención de los organismos oficiales -no sin antes escuchar a los interlocutores válidos-, aparecieron los exabruptos del titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, descalificando a quienes votaron por la presidente y los gobernadores de su signo. Tan equivocados como aquella carta de Fito Páez denostando al electorado porteño que eligió a Mauricio Macri, fueron sus dichos en el sentido de que los que sufragaron por el kirchnerismo es gente “que mira a (Marcelo) Tinelli y si tiene dinero para pagar el plasma, no le interesa nada más”. Un blooper que no debería producirse en ese nivel dirigencial, sobre todo porque no representa el pensamiento de todos los asociados. Fue un dislate del cual es difícil salir indemne.

Pero con buenos reflejos, desde la Mesa de Enlace -tan vituperada por el gobierno-, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, se apresuró a repudiar las palabras del ruralista. “Sinceramente, ha logrado unificar a todo el arco agropecuario y yo me sumo a ese repudio”, señaló, añadiendo que Biolcati “cometió un sincericidio”. Y remató con una frase que desnuda latentes diferencias internas de la Mesa: “aquí está la esencia sin maquillaje” y advirtió que “cuando uno cumple roles dirigenciales, hay que ser muy cuidadosos con las palabras que se dicen”. Buzzi reivindicó el respeto por la voluntad popular y reconoció que “la ruralidad le ha dado un aval a la presidente”, aunque observó que los problemas permanecen entre los productores.

Prometimos en el acápite referirnos al pensamiento de Juan Perón. El tres veces presidente constitucional de la nación, el 25 de octubre de 1973 les hablaba a los hombres del campo con un mensaje que fue una visionaria pieza estratégica. “Tengo el placer -decía entonces-, de saludarlos y agradecerles la amabilidad que han tenido de llegar a esta casa (de gobierno). Agregó que “después de haberlos escuchado en una rápida exposición de motivos y de consecuencias, debo manifestarles la inmensa satisfacción que experimento al comprobar que los distintos sectores del agro argentino están en una coincidencia absoluta, porque solamente la coincidencia puede llevarnos a un fin constructivo”.

Y el ex mandatario -que apenas había asumido su tercer mandato tras su regreso de exilio-, desgranó frente a los campesinos otras frases contundentes: “el equilibrio entre el campo ya la ciudad es indispensable para los países en desarrollo”. Y preguntaba: “En este mundo ya súper poblado con 3.500 millones de habitantes, ¿qué será el año 2.000 con sietes u ocho mil millones?”. Con ese discurso -que terminó ofreciendo ayuda e instando a los productores precisamente a producir más-, Perón reflexionó que “solamente las grandes zonas todavía de reserva del mundo, tienen en sus manos la posibilidad de sacarle a la tierra la alimentación necesaria para este mundo superpoblado y la materia prima para este mundo súper industrializado. Nosotros constituimos una de esas grandes reservas”. Si el fundador del justicialismo observara cómo andan las relaciones entre el poder y los chacareros, frunciría su entrecejo en un gesto suyo muy propio y revelador cuando algo no le agradaba.

Pretender controlar el presente y el futuro -paranoia mediante- es una atrocidad que suelen cometer ciertos gobiernos. Pero resulta ridículamente pueril querer controlar y manipular el pasado, porque la historia y sus archivos no se pueden borrar con liquid paper. Perón –guste o no-, forma parte del pasado, del presente y del futuro también. Leer sus manuales no le vendría mal a ningún estadista. No se puede edificar una nación entre dos veredas, sino de hacer que el camino sea una sola y gran calle donde todos transiten juntos en una dirección integradora y sostenida. En síntesis: administrar bien el uso de ocho letras definitorias.

Canciller imprudente

Haciendo gala de poca prudencia política y un nivel muy bajo responsabilidad, el canciller argentino Héctor Timerman dijo que las relación entre Argentina y Uruguay “es y será óptima”, ponderando los vínculos bilaterales entre los dos países. Estas expresiones no pasarían de ser una buena noticia generada por la tradicional buena vecindad entre dos naciones limítrofes, sin embargo, el ministro cometió un verdadero lapsus al asegurar que el conflicto por la pastera ex Botnia (hoy UPM), “está enterrado” y que “no hay ningún conflicto abierto”.

Teniendo en cuenta que el diferendo que mantienen con el gobierno charrúa los asambleístas de Gualeguaychú -otrora alentados por el gobierno nacional- donde sucesivos ingredientes agravan la situación porque los entrerrianos siguen sosteniendo que la planta de celulosa contamina y nunca se le dará a la empresa la licencia social, las palabras de Timerman suenan cuanto menos imprudentes si no falaces.

El presidente de la Cámara de Diputados provincial, Jorge Busti, salió al cruce de estas declaraciones y le agregó un condimento picante al reflexionar que mientras (Sergio) Schoklender no está imputado ni se le dispone la inhibición de sus bienes, a medio centenar de militantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú se los ha denunciado ante la justicia mientras se dilata el tratamiento de una amnistía cuyo proyecto parece dormir en el Congreso, donde se podría plasmar la ley en una semana. “Acá no hay nada enterrado, porque la pastera sigue contaminando”, señaló. Recordemos que una decena de dirigentes gualeguaychuenses ya debieron exponer en sede tribunalicia y la semana entrante tendrán novedades en Comodoro Py.

Paradójicamente, los dichos del canciller argentino exhiben escasez de diplomacia y no hacen más que agregarle leña al fuego, demostrando el grado de abandono que ha hecho el gobierno nacional del apoyo a la lucha que se libra en nuestra provincia para evitar graves perjuicios causados al agua y el aire en la región sureña. En definitiva, a la salud pública, a la vida…

Crece la riqueza

Una noticia aparecida en un matutino porteño, da cuenta de los números consignados en la última declaración jurada de su patrimonio personal, presentada por la presidenta Cristina Fernández ante la Oficina Anticorrupción. Según se informa, la documentación exhibe que los bienes enumerados y capital propio alcanzarían la suma de 70 millones de pesos al término de 2010. En 2008 habían mostrado un crecimiento del 158 por ciento, lo cual motivó denuncias del arco opositor, rápidamente mandadas al archivo por el juez Norberto Oyarbide, quien aceptó como palabra santa un informe del contador personal de la familia Kirchner, sin investigar a fondo. En el año 2009 su patrimonio se había incrementado de 46 a 55,5 millones, es decir, un 20,6 por ciento.

Resulta llamativo que no obstante que todos los funcionarios debieron presentar las respectivas declaraciones antes del 22 de julio (y así lo hicieron), la mandataria pidió y obtuvo una prórroga de 30 días, es decir, postergando el cumplimiento para después de las elecciones primarias. Esta excepción le fue concedida por la OA, un organismo de contralor que, al decir del ex Fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, no es independiente como se declara en su propia carta constitutiva. Si se supone que la máxima autoridad debe dar el ejemplo, este incidente despierta justificadas sospechas y genera comprensibles suspicacias.

Colofones

1- La marea surgida tras las elecciones santafesinas que ungieron gobernador al socialista Antonio Bonfatti pero le dieron la victoria al justicialismo para la Cámara de Diputados, parece tomar fuerza en procura de que se implante la boleta única. Es que su instrumentación permite que no se roben boletas del cuarto oscuro y, mucho más importante aún, que al separarse por categoría de cargos electivos, cada candidato debe valerse por sí mismo, terminando con la nefasta boleta sábana en la cual unos se cuelgan de otros. En nuestra provincia, la diputada y candidata a gobernadora, Ana D’Angelo, presentó en el cuerpo un proyecto para que se adopte en Entre Ríos el nuevo sistema que permite transparencia y certeza en el desarrollo del comicio y posibilita medir los méritos de los postulantes, sin aferrarse a capacidades ajenas. Sólo basta con tomar cada candidato y volcarlo a la nueva boleta cuyo diseño podría tomarse del modelo que rigió en la vecina provincia. De todos modos debe advertirse que por obra del artículo 91º de la Constitución Provincial, el partido ganancioso se queda con la mitad más uno de las 34 bancas, pero ello no impide que se aplique la boleta única que incluiría gobernador y vice, legisladores provinciales, intendentes, concejales y diputados nacionales. Quienes se opongan a este régimen cuyas bondades han quedado demostradas, es porque tienen cola de paja y un temor estresante a ser derrotados en soledad.

2-Las audiencias que se realizan en el Juzgado Federal, vinculadas con la apropiación de bebés y sustitución de identidad durante la última dictadura militar, ofrece elementos que provocan estupor. Por ejemplo, el ex teniente coronel Pascual Guerrieri, uno de los seis imputados, declaró ser partidario del Nunca Más “que funciona para todos”, dijo, y pidió que también funcione para ellos. Seguramente su abogado no le explicó que el Nunca Más supone que la intromisión de las Fuerzas Armadas en el poder político y el período trágico que signó los años oscuros del terrorismo de Estado, quede condenado de por vida por la sociedad y no se reitere. Pero no significa que los causantes de tanto dolor y luto, gocen graciosamente de libertad. Guerrieri se dio por ofendido porque se lo identificó con “la patota”, recordando que la única patota fue la Triple A. También reivindicó al Ejército Argentino, obviando que fue ese ejército el que ellos llenaron de ignominia y deshonor, ultrajando el uniforme sanmartiniano. Por otra parte, el imputado invoca el cumplimiento de órdenes superiores y se olvida de que las órdenes inmorales y que comporten delitos de lesa humanidad, no deben ser acatadas. Hasta la semana que viene.